jueves, enero 04, 2007

Letona

Era una tarde lluvioza, como siempre ultimamente...

Hacia un poco de frio, pero no como los dias pasados, no dolía en los huesos, esta vez no...

Salí de la ciudad hecha a blanco y negro, salida de la epoca de los 40's, con sus grandes carros antiguos, y lámparas adornadas con dragones, enrredados en el poste; las calles eran de adoquín y las banquetas de ladrillo.

Todo estaba tranquilo, el atardecer gris, con las nubes por alla, la lluvia no estaba sobre nosotros, pero se acercaba amenazando con mojarnos... Caminabamos por en medio de la calle, no habia carros circulando, solo algunos estacionados.. eramos muchos, a todos los conocia... pero no recuerdo sus rostros..

A veces, caminabas junto a mi, a veces te veía lejos.
a veces me tomabas de la mano y me sonreías...

No me di cuenta cuando salimos de la ciudad, ahora ibamos por el campo..
el pasto y hierbas crujian a cada uno de nuestros pasos..
Todo estaba mojado y verde despues del paso de la lluvia...

Encontramos un sendero y todos lo seguimos, de nuevo, me sentía tan acompañado, tan tranquilo, tan en paz.. que no me importaba saber hacia donde nos dirigíamos, de nuevo te veía por alla, pasabas junto a un árbol..

El sendero se redujo, nos acercamos a un lago que se abría a nuestra derecha; en el horizonte topaba con un valle y detras unas enormes montañas verdes coronadas por la niebla..

A nuestra izquierda una elevacion que poco a poco incrementaba, conviertiendose en una pared, que nos limitaba a caminar en fila, entre dicho cerro y el lago..

Cantabamos, a las estrellas, al agua, a las nubes...
y derrepente tu estabas de nuevo junto a mí.. sonriendo, cantando, tomando mi mano
y yo, ya no estaba solo...

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