domingo, abril 29, 2007

Las Noches de Deón 2.7

Cartas

7


"... desperté en una especie de mazmorra.. o cueva.. me tenía encadenado con grilletes a una pared, de las muñecas y tobillos; el lugar estaba iluminado por antorchas, estabamos al parecer muy adentro de la caverna, ya que no podía escuchar nada del exterior, ni entraba la luz; solo escuchaba a lo lejos, como si cayesen gotas, quiza algun manantial o algo asi.

El hombre de ropas negras estaba ahí, y en cuanto se dio cuenta que desperté empezó a gritarme en una lengua que yo no conocía; derrepente se calló. Por una caverna entró una figura, tambien ataviada en mantos negros, era de estatura mas baja, se acercó a mí y se descubrió el rostro.. era un niño, como de unos 12 años, pálido con los ojos muy brillosos; me miraba fijamente, empezó a pasar su mano, por mi pecho, mis hombros, mis brazos, parecía como si me estuviese examinando; me sonrió.
- Eres perfecto! - escuché su voz de niño, pero no lo ví hablar - 'Athán Deó'.. significa 'Inmortal como un dios' ¿no es así? - seguía sin mover los labios, ¿acaso se comunicaba a través de la mente?.. seguía sonriendo.. - que irónico! - exclamó y se retiró de mí.

El niño caminaba alrededor de la caverna, conforme avanzaba y arrastraba su túnica y velos negros se iban encendiendo antorchas en las paredes; el otro hombre de lenguaje extraño solo lo seguía con la mirada desde el centro de la cámara..
- soy eso que llaman 'lamia'.. o tambien eso que llaman 'larvae' (larve).. pero a la vez no lo soy - su voz de niño penetraba mi cabeza, el no usaba las palabras reales, solo el pensamiento - han inventado mitos y leyendas de los que son como mi especie, algunas son exageraciones, o son la verdad distorsionada por el miedo que provocamos... - se detuvo frente a mí, su cabello castaño cubria parte de su frente, los bucles caían a los lados cubriendo las orejas, era delgado y se veía que podría haber sido un hombre alto y fuerte si es que pudiera envejecer -.. nunca envejeceré - continuó, había leido mis pensamientos - tenía yo esta edad cuando fuí convertido en inmortal, y ahora - avanzó hacia mí - jamas seré un hombre, niño, siempre niño!.. ahora mi alimento es solo la sangre, mi placer es solo la sangre, mi existencia es solo por la sangre - hizo una mueca, empezó a irritarse, se recargó en mi pecho y enterró sus afiladas uñas en mi ropa, la desgarró dejando mis pectorales al descubierto, arañados y empezaron a sangrar - aaah deliciosa! - me veía al parecer con lujuría, mi pecho me ardía, entonces el niño empezó a lamer, lamer la sangre que se escurría por entre los vellos de mi pecho, a chupar y entonces sentí su mordida, era feroz, sentía que bebía, bebía de mi!.. duró un poco chupando mi sangre, se retiró, se relamió los labios y su mirada lujuriosa no se despegaba de mis ojos, luego, lentamente miró de nuevo mi pecho y ví que se mordió la lengua que empezó a sangrar y volvió a lamerme, el ardor de mi pecho empezó a desaparecer, sentí como si se entumía y despues ya no sentí nada; la herida que pudo haber dejado desapareció.

- Esto será lento mi querido Athán - me dijo con su mente, sonriendo; pasó su mano sobre mi pecho y se retiró, el otro hombre alto y extraño se fue detrás de él y a su paso las antorchas se iban apagando.

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No se cuantas noches pasarían en que él volvía y se alimentaba de mí, yo me sentía muy débil, cansado de estar ahí colgado. No estoy seguro, pero a veces, creía escuchar sollozos a lo lejos, una mujer que lloraba y suplicaba, no se si el niño y el hombre tendrían a mas gente capturada; ya no tenía noción del tiempo, ni sabía que era real y que no..

Entonces, una de las veces en que volvió, el hombre que entró detrás de él traía a alguien arrastrando, era una mujer, en la penumbra pude ver su esbelta figura y su cabello largo y su manto arrastrado, la escuché llorar y pedir que la soltaran
- Mira lo que te traje - me dijo el niño, por supuesto, comunicandose con la mente - esta ramera nos siguió la noche que te capturamos y desde entonces la he tenido en otra habitación.. y tambien me he alimentado de ella... ¿la conoces? - y derrepente todas las antorchas se encendieron, la caverna estaba bastante iluminada

Se trataba de Eris, estaba desgreñada, su ropa estaba convertida en harapos, estaba sucia, me miró y se derramaron las lagrimas de sus ojos
- Athán! - gritó desde el suelo donde estaba tirada
- dejala ir maldito! - grité como pude
- Ah no! - respondió el niño y soltó una carcajada - tambien necesitaré una sirvienta - siguió sonriendo. 'una sirvienta..' pensé 'pobre Eris, lo que ella tanto odia, parece ser su castigo'..
- oh si.. un castigo muy merecido - esta vez el niño si habló y volteó a mirarla al suelo - por ambiciosa y por golfa - soltó derrepente, Eris lo miraba aterrada, no podía contener su llanto - devuelvela a su 'habitación'! - ordenó el niño al hombre y éste lo obedeció, sacó arrastrando a Eris y ella gritaba y pataleaba pero todo era inutil, yo me alteré intentaba gritar, rogaba que la soltaran, pero no me salía la voz, ya no tenía fuerzas.

El niño me miró fijamente, se veía muy serio
- no soy un niño.. - dijo en voz baja - ... tengo casi quinientos años de existencia.. la verdad ya perdí la cuenta.. - se acercó a mí, paso su mano por mi pecho desnudo, me miró y su sonrisa y mirada lujuriosas aparecieron.. - esta vez, será diferente..

Y clavó sus colmillos en mi pecho, yo veía como los ojos se le tornaban por el mismo placer que estaba sintiendo; el dolor era insoportable, podía sentir como mi sangre era drenada por ese par de colmillos, por ese niño malcriado, ese larvae..
- ..que.. ¿Que quieres de mí? - gemí como pude, y sin despegarse de mí pecho, con sus dos manos acariciando mi costado, mi espalda, me respondió con su mente
- te quiero a mi lado.. para toda la eternidad!

Él había bebido ya demasiado, yo sentía que ya iba a morir; entonces, se despegó de mi pecho, su imagen se hacía borrosa, yo ya no tenía mas fuerzas; ví como se mordió la muñeca y empezó a derramar su sangre, acercó su muñeca a mis labios y dijo - bébe! bébe de mi nectar mi querido Athán! - y eso hice, probé de su sangre, era deliciosa, me prendí de su muñeca flaquita y de piel pálida y succioné, succioné como un muerto de hambre se atraganta con el pan y el agua; era lo más rico que había probado en mi vida, ví en su rostro un gesto de dolor y placer, no me importó, seguí chupando y chupando; y entonces, empecé a ver imagenes, imagenes de otros lugares, desiertos, selvas, ciudades desconocidas de edificios extraños, enormes construcciones con jardines por todos lados, monumentos en el desierto y edificios de forma triangular, vi al niño correr contento, a la luz del dia, saltando y riendo, vi como unos monstruos lo secuestraron en la oscuridad de la noche y lo torturaron y junto con otros niños le hicieron lo que él me había hecho a mi, lo que me estaba haciendo en ese momento; imagenes, tantas imagenes, me mareaban; y entonces como pudo, el niño logró arrancar su brazo de mis labios, y sentí que caí al suelo, no se en que momento se abrieron los grilletes.

Que dolor!.. un dolor tan intenso dentro de mí, sentía que todo se me quemaba por dentro, sentía torzones en las tripas, a veces como si estuviese recibiendo golpes, a veces como si esos golpes fuesen agujas, y el fuego, me calcinaba por dentro; yo estaba en el suelo, retorciendome del dolor, y empece a vomitar, y a expulsar todo lo que mi cuerpo no necesitaba, me estaba desintoxicando y el dolor no paraba.
- Estas muriendo - dijo el niño, yo solo veía sus sandalias, estaba de pie junto a mí - muriendo para renacer... a la vida eterna!"


*capitulo II, parte 8*

viernes, abril 27, 2007

Las Noches de Deón 2.6

Cartas

6


".. traté de tranquilizar al hombre, tragandome la rabia que sentía al tener a mi rival enfrente, él me contó que sentía que los dioses lo habían castigado; era el alcohol el que lo hacía hablar; Attis trataba mal a todo el mundo y decía que no quería a nadie, ni a sus padres, ni a sus hermanos; en uno de sus arranques de ira había matado a uno de ellos... no te asustes Adara, en aquellos tiempos era muy común que la gente se matara entre sí...

Parecía que sus remordimientos lo estaban matando esa noche, no dejaba de hablar, yo lo escuchaba y trataba de consolarlo; me contó de la única persona a la que amaba en el mundo, esa persona era Eris, que desde el primer día que la vió no pudo dejar de pensar en ella, y supo que trabajaba para la reina y entonces fue que pidió de favor a la reina que se la concediese en matrimonio. Eris aceptó inmediatamente, pues Attis era un hombre muy rico y ella, una mujer muy ambiciosa; sin embargo, Attis notó que Eris no lo amaba, y al poco tiempo, despues de casados se dió por vencido en tratar de conquistar su corazón; se conformaba con tenerla contenta y pensaba que ese era su castigo por ser un "hombre malo" .... era una pena ver como se tenía lástima a sí mismo, si, lástima, eso era lo que provocaba, eso era lo que me detenía de matarlo por haberme quitado a Eris...

Y ahora, su hijo había nacido muerto.. él sentía que no tenía nada en el mundo; yo lo abracé, seguimos bebiendo hasta el amanecer, y lo llevé a su casa casi a rastras, pues él había bebido demasiado. Yo dormí a las afueras de la ciudad, en la calle, pues no tenía donde quedarme.

A la mañana siguiente, él me encontró, yo estaba vestido con mis mismos harapos, mi barba crecida; se bajó de su caballo e hizo que sus esclavos lo esperacen, me dió su mano y me ayudó a ponerme de pie, yo estaba adolorido de haber dormido en la tierra dura y fria, Attis me sonrió y despues llamó a uno de sus esclavos, le dijo algo en voz baja y luego el esclavo me acercó su caballo.
- Sube - dijo Attis - monta conmigo, hermano!
yo obedecí. Cabalgamos a la orilla del mar; agradeció mis atenciones de la noche anterior y dijo que quería ayudarme, le dije que no era necesario, que yo solo estaba de paso en la ciudad; entonces regresamos a la ciudad, me dio una bolsa de cuero con monedas y me dijo que lo buscara siempre que lo necesitara; bajé del caballo y se fue con sus dos esclavos que nos habían estado siguiendo.

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Con ese dinero pude instalarme en una pequeña posada, tome un baño, me afeite, había comprado unas túnicas en el mercado, asi es que estaba estrenando esa noche y salí a caminar bajo el manto estrellado.. y ahí, bajo la Puerta de los Leones estaba ella, Eris; no podía verla bien debido a la oscuridad de la noche, se cubria la cabeza con su manta y apenas podía mantenerse en pie..
- ¿Dónde estabas? - me preguntó, yo no dije nada, me recargue en el marco de la "puerta" - Los dioses me castigaron Athán, perdí a mi hijo..
Seguí callado
- ¿No vas a decirme algo? - preguntó de nuevo ella
- No! - contesté tajante y me fuí

Caminé a las afueras de Micenas, me dirigía a las tierras donde alguna vez había estado la granja de mi familia, sentía que alguien me seguía y supuse que era Eris, traté de no darle importancia, tarde o temprano "esa" mujer se cansaría y regresaría a su hogar, con su pobre esposo; a pesar de todo, con lo poco que traté en ese momento a Attis, no le tenía ya rencor, él era tan víctima como yo de la ambición de Eris. Seguía siguiendome y entonces me detuve y grité
- Vete a tu casa Eris! ve con tu márido!
Pero no obtuve respuesta; derrepente ya no sentí su presencia y voltié y no había nadie, sentí un escalofrio, no pudo haber desaparecido tan rapido, Micenas estaba a un kilometro o dos de distancia y no se veía nadie en los alrededores; entonces, escuché un ruido detrás de mi, cuando giré me sorprendió la figura de un hombre, tan alto como yo, estaba envuelto todo en un manto negro, con su túnica negra, tan solo podía verse su pálido rostro y sus ojos brillantes mirandome fijamente; levantó el brazo y puso la palma de su mano frente a mi rostro, sentí mucho sueño y en ese momento caí al suelo, inconciente."


*capitulo II, parte 7*

jueves, abril 26, 2007

Las Noches de Deón 2.5

Cartas

5


"Sigo sin tener respuestas tuyas, y por lo mismo mis cartas son menos frecuentes.. Adara.. ¿Qué pasa?...

Te conté como fue que conocí a Eris, algunos de nuestros encuentros bajo la Puerta de los Leones.. la verdad nisiquiera sé si estas interesada en seguir conociendo mi historia.. pero.. ¿sabes que?.. no importa.. es mi desahogo.. son mis recuerdos y estoy viviendo cada momento una vez mas, lo veo todo desde otra perspectiva.. he cometido muchos errores en el transcurso de mi existencia.. y reviviendolos es como me daré cuenta en que me equivoqué..

Y así, continuo...

Con el tiempo, comencé a sentir a Eris cada vez mas alejada, distraida, paranoica, siempre volteando a todos lados cuando nos encontrabamos por las noches.. Habían pasado ya un par de años, y en ese tiempo, Eris y yo nunca habíamos tenido problemas, hasta esas noches; Eris siempre estaba insatisfecha, me refiero a que ella, tenia deseos de salir de Micenas, de recorrer el mundo, de tener joyas y una gran mansion, lo deseaba todo, sin embargo, me amaba tanto que se conformaba y trataba de ser feliz a mi lado; yo había trabajado muy duro en la granja en todo ese tiempo, y mis padres me habían regalado una porcion de sus tierras donde empece a construir lo que sería nuestro hogar, estabamos por casarnos, cuando empezó a comportarse de esta manera extraña que mencione antes..

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Una noche, despues de despedirnos, la seguí; ella iba camino de vuelta al palacio, donde vivía como dama de compañia de la reina Clitemnestra, quien le tenía mucho aprecio, y a la entrada del palacio, ví que se encontró con un hombre y que lo abrazaba y besaba; me fuí de ahí muy enojado e incendié lo que llevaba construido de nuestra casa.. me perdí de ahí por un tiempo.

Cuando volví, Micenas estaba muy cambiada; supe que el Rey se había ido junto con otros gobernantes de otras ciudades a la Guerra contra Troya; la reina, tras la pérdida de su hija Ifigenia, le había tomado mas cariño a Eris y había logrado arreglarle un matrimonio con el hijo de un rico comerciante de la ciudad. Mis padres habían muerto, mis hermanos se habían ido y las tierras habían sido confiscadas o invadidas; yo no tenía nada; entonces, mi único propósito fue volver a ver a Eris.

Traté de encontrar su nuevo hogar, pasé por las casas mas grandes de Micenas, pero no la ví por ningun lado.. me desesperé y fuí a la playa.. y ahí estaba, de pie, viendo el atardecer a la orilla del mar.. remojando sus pies en las pequeñas olas, con los brazos cruzados.. me acerqué despacio, ella me escuchó y volteó.. me sorprendió ver su vientre crecido, que ni su túnica guinda ni su manto rojo podían ocultar; se veía hermosa con su corona de guirnaldas, el cabello recogido con cintas.. No pude soportarlo, Eris estaba embarazada de su marido, y no pude reclamarle nada, huí Adara, salí huyendo como siempre he hecho...

..Esa noche llovió mucho y me refugié en una taberna.. llena de hombres malolientes, los pocos que habían quedado, pues muchos se habían ido a la gran guerra. Entonces llegó un hombre, joven, como de mi edad, y rico, lo noté por la calidad de su túnica y los dobleses, la tela de su manta; se veía nervioso asi es que me senté junto a el y trate de conversar con él para tranquilizarlo. Su nombre era Attis, era, al igual que su padre un rico comerciante, tenía ya casi 5 años de casado y apenas él y su esposa habían logrado concebir.. pero esa tarde, su mujer empezó los labores de parto.. la criatura había nacido muerta, asfixiada al parecer por el cordón umbilical...su esposa era Eris..."


*capitulo II, parte 6*

miércoles, abril 25, 2007

Las Noches de Deón 2.4

Cartas

4


"La vez anterior tuve un contratiempo y no pude terminar mi anecdota, aún asi envié la carta como lo hago todos los dias para que no vayas a pensar que ayer no pensé en tí.."

"Si no mal recuerdo, te estaba contando como fue que entre al palacio de Micenas, donde se llevaba a cabo una fiesta; el Rey Agamenón ofrecía un banquete a su hermano Menelao y su cuñada Helena; estaba yo a punto de asomarme al gran salón, donde se escuchaba la música, donde olía a vino y frutas, e incienzos cuando ella me encontró..."

"Era una niña que apenas empezaba a convertirse en mujer, delgada y blanca, con ojos grandes y brillantes color azul, su cabello rubio casi blanco caía en trenzas por su espalda y su túnica azul turquesa era adornada por dos broches de plata en los hombros; llevaba una charola con fruta y me encontró escondido detrás de un arbusto en el jardín interior del palacio; era la muchacha mas bonita que había visto, incluso mas bella que la reina Helena.. ella me miró, y sonrió, pero fue una sonrisa extraña, parecía solo haber torcido la boca, pero yo estaba seguro que era una sonrisa.. me quede paralizado, Adara, no pude moverme pensando en esa muchacha.."

".. pero a los pocos minutos, la muchacha volvió con unos guardias que me echaron a rastras del palacio; los guardias volvieron adentro pero ella se quedó de pie junto a las grandes puertas..
- doero, tu no perteneces aqui..- me dijo la muchacha. Afuera del palacio, con la luz de la luna, parecía mas mujer que niña.
- no soy esclavo! - le dije y me puse de pie y me sacudo las rodillas.. pues usaba una túnica corta; ella me miró y sonrió
- entonces ¿qué eres?.. ¿acaso un dios que vino a rescatarme? - y soltó una risilla coqueta
- ¿rescatarte? ¿de que o quien?
- de la vida en este palacio.. - se acerco a mí.. pude ver sus pequeños senos por el escote de su túnica, la usaba muy holgada.. puso una mano sobre mi pecho -.. es muy aburrido ahí adentro, sabes...

Entonces como un impulso la tomé de la mano y corrimos a través de la ciudad vacía, pues ya era muy noche, y llegamos al mar, y ahí junto a la playa, pláticamos toda la noche.. su nombre.. era Eris.. despues de esa noche quedamos de vernos todas las noches bajo la Puerta de los Leones.."

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".. No sé por que te cuento todo esto.. quiza por que no quiero cometer el mismo error que cometí con Julia.. quiero que sepas todo sobre mí, que borres esas ideas oscuras y dudas que tienes en tu mente.. espero que me entiendas y me perdones mi Adara.."


Athán Deo


*capitulo II, parte 5*

martes, abril 24, 2007

Las Noches de Deón 2.3

Cartas

3


Era una noche extremadamente fria en el desierto, Deón salió de su escondite, donde se había enterrado junto a un cactus; se puso de pie y se sacudio el polvo; su cabello había crecido, y en ese momento con una navaja se lo cortó; levitó hasta encontrar un pequeño riachuelo, se quitó la ropa y se baño con el agua casi congelada; se vistió y se dirigió al pueblo mas cercano.


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"Querida Adara... sigo sin recibir respuesta tuya, mi niña, no tengo casi fuerzas ni para alimentarme.. desde que dejé la ciudad no he probado nada... estoy... demasiado debil, sin embargo, no puedo dejar de pensar en tí, mi hija.. como no quieres que nos veamos, trataré de explicarte por medio de esta carta lo que soy.."

Deón se encontraba en una fonda esa noche, había pedido solo café, pero solo para poder estar en ese lugar, pues él no podía beber nada que no fuese sangre, ni comer nada; sangre, ése era su único alimento.. La fonda era un lugar sucio, pero que se podía esperar en ese pueblo polvoriento; era atendido por un par de señoras; las mesas estaban cubiertas con manteles de plastico, blancos con cuadricula roja y servilleteros baratos encima; había poca gente esa noche, sin embargo, la mayoría observaba a Deón, era un hombre demasiado pálido y extraño, pues usaba lentes oscuros de noche..

"Mi nombre es Athán Deo.. nací hace mas de tres milenios en la antigua Grecia.. vivía yo en una granja, a las afueras de Micenas; recuerdo que tenía como 15 años y me gustaba llevar al rebaño a traves de la ciudad. Una de esas ocasiones, que pasaba yo por debajo de la Puerta de los Leones, unos guardias me detuvieron, a mí y mi rebaño.. iba entrando una gran cantidad de soldados Espartanos, y detrás de ellos, sobre una litera, envuelta en cortinas, llevaban a la Reina Helena! si, conocí a la hermosa Reina Helena, la mujer mas bella del mundo, por quien todo hombre sobre la tierra suspiraba; y sabes, no era taaan bella, si ahora la comparo con las mujeres modernas.. si ahora la comparo con mi Julia.. Helena tenía una belleza extraña, pero mas que nada, supongo que lo que cautivaba era su carisma, su sonrisa, su seguridad, y la forma en que te veía, era muy seductora... detrás pasaron unos cuantos guardias más y otra litera donde avanzaba a paso lento el Rey Menelao.. llegaban a visitar al gran rey de mi ciudad..

La extraña belleza de Helena me cautivó y fue lo que me llevó a entrar en secreto al palacio.. caminaba yo a escondidas, en ese tiempo era yo casi tan alto como lo soy ahora, pero mas delgado, pues aún no me había desarrollado, mi cabello negro cubría mi frente, usaba un alo hecho de la misma cuerda que usaba para atar a los becerros; desde muy joven empecé a rasurarme con peligrosas navajas muy filosas.. pero como decía, caminé entre las columnas del palacio y poco a poco escuchaba mas nítido a las mujeres cantando y danzando en el gran salón; me había llevado más de dos horas esquivar a todos los guardias, desde el muro hasta los que había por los jardínes; me sentía invencible despues de haber logrado pasar por todo eso y estar tan cerca de los reyes, y ver a sus mujeres danzantes.. justo cuando ella me encontró.."

- Hey! estas sentado en mi mesa! - exclamó un hombre que iba entrando a la fonda, Deón salió del ensueño de los recuerdos y se dió cuenta que el hombre se estaba dirigiendo a él
- Ahí hay mas mesas - dijo Deón señalando con ambos brazos las mesas vacias que había a su alrededor; las dos mujeres que atendían la fonda se ocultaron detrás del mostrador, algunos de los clientes se pusieron de pie y prefirieron salirse del lugar..
- Te dije... - levantando la voz - que estás.. sentado en MI mesa! - dijo el hombre, golpeando la mesa, era casi tan alto como Deón, era un trailero, que usaba pantalón de mezclilla, una camisa sin mangas mostrando unos brazos musculosos, y un tatuaje descolorido que parecía no tener forma, si era un sol, una virgen.. su enorme barriga ocultaba el cinturón.

Deón se puso de pie
- vaya! veo que me tuviste miedo y te quitaras de mi mesa! - exclamó el trailero; pero se sorprendió cuando de un golpe en la cara Deón lo sacó volando del pequeño establecimiento.. dejó unas monedas sobre la mesa, se guardó sus hojas y su pluma y salió del lugar; el trailero apenas se estaba poniendo de pie y sacudiendose la tierra; no había casi nada alrededor, mas que la carretera, algunas casas a lo lejos camuflajeadas en el desierto.. el hombre corrió hacia Deón golpeandole el abdomen con su cabeza; el vampiro se dobló pero no cayó al suelo; el trailero estaba tan ebrio que a pesar del tremendo golpe que le había dado Deón no pensaba en darse por vencido. Deón lo tomó del cuello y empezó a levantarlo; la fuerza de un vampiro es siempre sobrehumana; el trailero le pico los ojos y Deón lo soltó derrepente tapandose con las manos, distrayendose, no se dió cuenta cuando el hombre lo tomó por el cabello de la nuca y azotó su rostro sobre su rodilla; en el interior las mujeres se asomaban por la pequeña ventana con mosquitero y no era mucho lo que podían ver debido a la oscuridad del exterior
- Ay! a ver si no se matan - escuchaba Deón el pensamiento de una de las mujeres
- ¿pagó o no pagó la cuenta? - pensaba la otra; la gente que había salido de la fonda había huido justo antes de que Deón apareciera afuera.
- Te lo dije! que te quitaras de MI mesa!

Deón se reincorporó y empezó a golpear al hombre con el puño cerrado haciendolo retroceder; ahora se encontraban detras del trailer del individuo y las mujeres por mas que lo intentaban no alcanzaban a ver nada desde su restaurant; golpe tras golpe el hombre empezó a quedar inconciente, casi caía de espaldas pero Deón lo jalaba de la camisa para seguir golpeandolo, hasta que en uno de esos jalones la camisa se rompió y el hombre cayó con todo su peso.. tenía movimientos bruscos y aún intentaba ponerse de pie, pero no podía, entonces Deón se lanzó sobre él sentandose sobre su enorme barriga.. pasando sus manos sobre el abundante vello de su pecho; el olor a sudor, a aceites de motor y a cerveza eran penetrantes, insoportables.. Deón lo tomó por los hombros y lo presionó al suelo con todas sus fuerzas para que el hombre no se pusiera de pie, pero el trailero aun pataleaba, movía la cabeza, y gritaba maldiciones; entonces Deón se inclinó y enterró sus colmillos en el cuello sudado y gediondo del ebrio y bebió con rapidez, como solía hacerlo cuando tenía mucho coraje..

Tomó el enorme y obeso cuerpo, lo subió al camión, y empezó a conducir.. llegando a un puente que pasaba sobre un río dejó caer al trailer para que pareciese un accidente..

"... Querida Adara.. está a punto de amanecer.. te enviaré esta carta desde este pueblo, pero no me contestes aquí, ya que pronto me mudaré.. te quiere: Athán"


*capitulo II, parte 4*

domingo, abril 22, 2007

Las Noches de Deón 2.2

Cartas

2


Han pasado dos semanas, no quisiste verme; a pesar de que me encuentro ahora en Sonora, no quiere decir que no esté al pendiente de tí; todo el tiempo escuchó tu pensamiento; sé, ahora, que no recuerdas lo que pasó despues de la muerte de Julia. Pues bien, en esta carta te lo explicaré..

Tú te quedaste sentada sobre la lápida.. yo, tomé el cuerpo de tu madre en mis brazos y no podía contener las lágrimas.. Esos bastardos: Attis, Drusila, Francesco y su grupo de seguidores salieron riendose y ya no supe más de ellos. Después de algunas horas, que tu seguías ahí paralizada, y que debo admitir, yo no te puse atención, pues todo mi ser estaba concentrado en tratar de animar a Julia, no podía creer que ella estuviese muerta.. me puse de pie, la levanté en mis brazos, te miré; tu estabas como ida, demasiado pensativa, te dije que me siguieras y asi lo hiciste, pero parecías un robotsito; me seguiste, y te dije que dejaríamos ahí a tu madre, sobre el cesped; le quitamos su cartera que siempre llevaba en el pantalón, la pulcera de oro que yo le había regalado, todo esto para simular un asalto; te tomé de la mano y nos fuimos. Yo estaba seguro que al día siguiente la encontrarían y reportarían el cadaver de Julia a las autoridades y así fue.

Esa noche tu dormiste conmigo, te tuve en mis brazos, y sentí el calor de tu cuerpo; lo único que me dijiste es que yo estaba muy frio.. pero nos abrazamos y dormimos en ese pequeño ataud; me sorprendio como es que no te hubiese dado miedo la oscuridad, pense que le temías.. me sorprendió tambien que no te asustara el estar encerrada en una caja; la mayoría de nosotros tememos estar así encerrados en un ataud, aunque con el tiempo nos acostumbramos..

Aun no se donde esta el maldito de Francesco; pero puedes estar segura mi querida Adara que lo encontraré y le daré su merecido!

A la noche siguiente, hable con la comadre de Julia, tu madrina, y velamos el cuerpo de mi amada, le dije que no habría entierro, que su cuerpo sería cremado la noche siguiente, tal y como Julia lo hubiese querido y la "comadre" ya no supo mas sobre eso. Le dije que te internaría en un colegio, pues yo tenía que salir de aqui y no podia llevarte; ella comprendió, supuso que era por el gran dolor que me causaba la perdida de Julia, y si lo fue, por su perdida yo lo unico que queria era enterrarme y no salir jamas.. pero no podía dejarte mi querida Adara, tuve que buscar fuerzas para seguir existiendo, y tu fuiste y seras siempre mi motor..

Encontraré a ese asesino, y sus compinches, lo prometo, y entonces, volveré para buscarte, para verte frente a frente y pedirte de nuevo perdon.

Por lo pronto, siempre te enviaré mi dirección, incluso pienso comprar un celular para que puedas comunicarte conmigo, aunque se me dificulta un poco, ya que en la noche cuando puedo salir, ya estan cerradas las tiendas de celulares, pero me las ingeniaré. Jamas te dejaré Adara, aunque tu no me quieras, te amo


Athán Deó


*capitulo II, parte 3*

Las Noches de Deón 2.1

Cartas

1



Querida Adara, han pasado ya 2 años desde lo ocurrido; aun sigues sin querer verme.. te he escrito muchas cartas y sé que todas las has tirado, espero que no hagas lo mismo con esta.

Dulzura.. si, asi como llamaba a tu madre, sé que lo que pasó fue mi culpa; traté de evitarlo, te lo juro, por años..

La noche en que conocí a tu madre, Julia, la ví tan desamparada, fue la noche en que naciste.. y desde entonces, aunque supe que estaba mal, no pude despegarme de ella, ni de tí. Ustedes lo han sido todo para mí. Recuerdas del primer dia que fuiste a la escuela; en la noche me preguntaste que si yo te llevaría al dia siguiente, y te dije que no podía; te molestaste mucho; recuerdo que antes me llamabas papá, de hecho, fue la primera palabra que me dijiste a mí, nunca te saque de ese engaño, pues para mí tu eres mi hija... siempre lo seras, aunque no quieras saber de mi, aunque en estos dos años nisiquiera te hallas querido asomar a la ventana cuando he ido a visitarte; hmm... no soy bueno para escribir, de hecho, creo que ya te confundí toda con esta carta.. el punto es que.. quisiera hablar contigo en persona.. Adara, ahora tienes 13 años.. debes entenderme!.. Adara, estos dos años he vivido enterrado debajo de los escombros de lo que fue nuestra casa.. solo salgo a veces a alimentarme, y solo me alimento para tener fuerzas para poder verte; me acerco al internado y escucho en tu pensamiento todo el odio que me tienes..

Cuando eras muy niña me querias muchisimo.. pero poco a poco, con las dudas que fueron creciendo en tu cabecita, empezaste a crearte ideas; si, yo me di cuenta de eso, sin embargo, no sabía si era prudente.. si entenderias lo que yo soy.. creo que aún no lo entiendes.. pero si me permites verte... te puedo explicar todo, para que por lo menos disminuya un poco ese rencor que sientes hacia mí..

Estaré esta noche en el árbol afuera de tu ventana; Adara, he intentado hablar contigo durante estos dos años.. espero que esta vez si aceptes verme.. ya que en dos noches me iré de aquí.. Estoy desesperado Adara, creo que no podré seguir.. si tu no me das esta oportunidad..


tu padre
Athán Deó


*capitulo II, parte 2*

La Paz



jueves, abril 19, 2007

A Elbereth Gilthoniel



Fanuilos heryn aglar
Rîn athar annún-aearath,
Calad ammen i reniar
Mi ‘aladhremmin ennorath!

A Elbereth Gilthoniel
I chîn a thûl lin míriel
Fanuilos le linnathon
Ne ndor haer thar i aearon.
A elin na gaim eglerib
Ned în ben-anor trerennin
Si silivrin ne pherth ‘waewib
Cenim lyth thílyn thuiennin.

A Elbereth Gilthoniel
Men echenim sí derthiel
Ne chaered hen nu ‘aladhath
Ngilith or annún-aearath.

Glósóli

by Sigur Ros

martes, abril 17, 2007

Desubicación



Es extraño como alguien cree que al salir huyendo de un lugar va a dejar todo eso que le molesta, atras.. que se liberará de las angustias, los corajes, las tristezas, la soledad.. pero uno llega a ese otro lugar y se topa con lo mismo.. todo está en la mente.. uno es el que esta angustiado, uno es el que esta enojado, triste.. yo estoy solo.

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.. aunque.. en esta ocasion.. si me liberé de varias cosas.. quiza estando alla no me di cuenta.. estando alla disfruté como nunca antes cada momento.. cada minuto de estar echado en la cama, sentir el aire del ventilador en el rostro.. el sonido de los audifonos.. el levantarme, para salir al sol abrasador y tostar mi piel, teñirla de rojo.. caminar sobre la arena con los pies descalzos, la sensacion de las hormigas trepando, las piedras.. el placer nacido de cada uno de los sentidos, el color de la palmera, el olor de la tierra recien regada, el sabor de esa coca cola fria, la gota de sudor que baja por el costado de la cabeza y re corre el cuello.. la luz del sol que traspasa los parpados cerrados, la risa de los niños y el carrito de las nieves..

Los gritos fueron distintos a los que dejé en casa.. los problemas eran otros.. y en esta ocasión no eran gritos para mí, no fueron mis problemas, esta vez solo fui un expectador.. Pero no solo hubo eso, hubo abrazos, hubo besos, miradas dulces, sonrisas, bromas.. paseos con las ventanas del carro abajo y el viento soplando fuerte, moviendo nuestros cabellos, ese viento rozando los dedos y la palma de mi mano; el saludo de la gente.. las costumbres, el acento.. otro lugar

Y todas esas cosas, sin darme cuenta me hicieron ver que mi hogar lo llevo conmigo..
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Regresé y tuve una sensación extraña... sentí que no pertenecía a este lugar, que no encajaba.. no se por que entre con la idea de que solo vengo de visita.. este ya no es mi lugar.. pero.. no se donde SI es mi lugar...

Creo que es hora de buscar mi vida.. quisiera tener el valor para hacerlo...

sábado, abril 14, 2007

Las Noches de Deón 1.9

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9

La Traición


- No! No puede ser!!
- Detenedte Deó!! - Francesco abrazó con fuerza a Deón, pues él quería correr hacia la casa, quería salvar a Julia y Adara - la casa está en llamas! sabeis que no podeis acercaros!! nuestros cuerpos son como combustible! te calcinarias!!
Deón se calmó.. se quedó parado observando como la casa se consumía por el fuego..
- Ellas no están ahí.. puedo sentirlas, ellas están vivas! - y Deón se elevó muy alto a una velocidad sorprendente, Francesco apenas pudo seguirlo

Mientras tanto Attis, Drusila, sus "discipulos" y las prisioneras bajaban las escaleras de una cripta, se encontraban en un cementerio muy viejo, rodeado de arboles, y figuras de marmol y piedra; las altas ramas de los arboles ocultaban la luz de las lamparas de la calle y todo se encontraba en penumbra.. la camara subterranea era iluminada por antorchas..
- ¿Que van a hacernos mami? - preguntó Adara, que era llevada en brazos por uno de los vampiros
- Nada hija.. todo estará bien - dijo Julia

- Ay! esta todo lleno de telarañas.. yo ya no estaba acostumbrada a esto Attis! - renegó Drusila mientras avanzaba por el oscuro pasillo
- Calma mi amor, pronto volveremos a nuestros castillos europeos que tanto te fascinan.. Deón nos encontrará, y entonces pagará por su traición..
- ¿De que traición hablan? - preguntó Julia a quien obligaban a sentarse en una lápida de piedra

***
- Francesco, ¿estas seguro que estan aqui? - preguntó Deón mientras decendían en el oscuro cementerio
- He convivido mas con ellos.. me es mas facil escuchar sus pensamientos.. ya os aseguré que fueron ellos los que tienen a Julia.. la vi a traves de los ojos de Drusila.. ví a la pequeña Adara, esta asustada.. - decía Francesco mientras ponía los pies sobre el pasto
- Esos infelices! si les han hecho daño... - Deón no podía contener su ira
- Lo pagarán Deón.... TODO.. en este mundo se paga.

Y bajaron los escalones del sepulcro profanado, Francesco detras de Deón, tomó una antorcha y seguían bajando por la penumbra.. el apeste era insoportable, las ratas y cucarachas abundaban.. finalmente llegaron a la cámara.
- Ah! el gran Athán Deó - exclamó Drusila, se encontraba de pie junto a Attis, detras de ellos, sus "discipulos" cuidaban de Julia y Adara
- Francesco, muy buen trabajo en traer a nuestro padre! - dijo Attis caminando alrededor de Deón

- Francesco! pero tu... - Deón miró incredulo a su viejo amigo
- Si Athán.. - dijo serio Francesco - vos me la debiais!...
- pero.. ¿por que? - Deón aun no podía creerlo
- por Adelaida! - Francesco se paró frente a Deón, ya había dejado la antorcha en manos de alguno de los vampiros que estaban presentes - yo... la amaba, tanto como a vos!.. - empezaron a correr lagrimas de sangre por el rostro del italiano - me sobrepuse de vuestra perdida, cuando nos abandonasteis...pero ella NO!!.. enloqueció! no le importó que yo siguiese a su lado.. me abandonó a mí! y yo.. la amaba! - Francesco empezó a doblarse.. sus mejillas estaban rojas por las lagrimas de sangre que se arrastraban por su rostro.. Deón lo sujeto de los codos y lo levantó
- No tenía idea.. - dijo Deón consternado

- Ella no pudo más, trató de buscaros, pero sabeis que ella no podía leer vuestra mente, pues vos la habíais creado.. - sollozaba - yo si sabía donde estabais.. pero por celos no os localicé, para mi vos habiais muerto! jure nunca perdonaros.. y tras la perdida de mi Adelaida.. - la mandibula se le paralizaba del coraje - vos teneís que pagar!

Deón se quedó sin palabras, Francesco se soltó, se abrió paso entre Attis y Drusila y tomó a Julia, se paró detras de ella, ella no dijo nada, le tomó la cabeza y la inclinó como si fuese a beber la sangre de su cuello..
- Dejala!! ella no tiene la culpa! - gritó Deón, tratando de correr y detenerlo, pero todos los vampiros ahí presentes se le echaron encima para detenerlo, excepto Attis y Drusila que disfrutaban el "espectaculo", los "neofitos" o "nuevos" como se les decía eran como 7, que no soltaban a Deón mientras Francesco soltaba una mirada cargada de odio a su antiguo amigo.. y en lugar de beber la sangre de Julia.. con un solo movimiento.. le rompió el cuello....... Julia, cayó muerta.


*capitulo II, parte 1*

jueves, abril 12, 2007

Las Noches de Deón 1.8

8


- Ha pasado mas de una semana y no he sabido nada de él - sentada, recargada en sus rodillas, con las manos cubriendo las lagrimas de su rostro, Julia era consolada por su comadre, en el porche delantero de su casa
- No se preocupe comadre, asi son los hombres, ya vera que pronto va aparecer - intentaba la comadre decir algo que confortara a su joven amiga

Esa noche, Julia daba vueltas y vueltas en su cama, se levantó y fue a ver a Adara, que dormía tranquila, pareciese que no extrañaba a Deón, regresó a su cama y seguía sin poder dormir.. derrepente.. escucho ruidos en el techo, eran pasos.. como si alguien corriese.. no.. como si fuesen varios los que corrieran sobre el techo..
- Deón y Francesco! - pensó Julia.. se puso de pie, y cuando caminó hacia la ventana, ésta estaba abierta.. se quedó parada.. pensativa.. no recordaba si había o no cerrado la ventana; las luces estaban apagadas, solo había una vela sobre el buró (el tipo de iluminación que a ella le gustaba) oyó un ruido y al voltear, se topo con dos "personas", una pareja parados detras de ella; la mujer estaba abrazada del hombre y sonreia maliciosamente, el hombre, solo sostenía a su pareja por la cintura y miraba fijamente a Julia..

- ¿Quienes son ustedes? ¿Que quieren aqui? - interrogó alarmada, Julia
- Mi nombre es Attis, y ella es mi mujer, Drusila - contestó el alto hombre. ambos vestían muy elegantes, el usaba traje con corbata en tonos grises, ella un vestido de noche en color vino, un collar de diamantes, los labios oscuros, su cabello castaño y ondulado caía sobre sus hombros
- Ah - suspiro Drusila - eres una mujer muy bella.. Julia... ¿asi te llamas, cierto? - decía, mientras caminaba alrededor de la temerosa mortal empijamada y acariciaba su cabello - No entiendo por que Deón no te ha "convertido" si te ama tanto..
- La asustas, mi Drusila.. - dijo Attis, mientras extendía un brazo para que su mujer regresara a sus brazos.. - como podras darte cuenta - se dirigió a Julia - somos bebedores de sangre, al igual que tu amado.. somos antiguos amigos de Athán.. pero derrepente desapareció y no supimos de él por siglos..
Drusila se recargo en el pecho de Attis, le dio un beso en la mejilla, y volvió a poner su cabeza junto al cuello de su esposo..
- No podemos escuchar sus pensamientos.. pero sabemos que no está lejos.. - dijo Drusila - .. él, por mas que quiera, no puede dejarte..- hizo una pausa, Julia seguía paralizada frente a la imponente pareja - sigo sin entender, por que no te convirtió... hubieran podido huir juntos..

- Mamá, ¿Que pasa? - entró Adara, tallandose los ojos..
- Ah! he aqui el motivo! - exclamó Drusila
- hola preciosa, ¿Cual es tu nombre? - dijo Attis, poniendose en cuclillas y acariciando el rostro de la niña
- no le hagan daño! - dijo Julia, aun tieza
Attis se puso de pie, miro a Drusila..
- Nos las llevaremos a ambas - declaró
Y entonces, por las ventanas y la puerta entraron varios hombres, vestidos de traje negro y uno cargo a Adara que gritaba y pataleaba y otros dos tomaron a Julia por los brazos y la llevaron a rastras
- No le hagan daño a la niña! - gritaba Julia mientras la llevaban a empujones y jalones..

*parte 9*

domingo, abril 08, 2007

Las Noches de Deón 1.7

7


Duró un rato pensativo, afuera de la casa, Francesco solo lo veía, recargado en el marco de la puerta. Deón tomó una decisión... nisiquiera tuvo que comunicarsela a Francesco, pues él ya había leído su mente..

Vió a Francesco con una mirada picara y éste se metió a la casa... entonces, Deón se empezó a elevar y llegó hasta la ventana en el segundo piso... la de la habitación de Julia... ella se había desnudado y estaba a punto de ponerse el camisón, cuando sintió una corriente de aire frio en su espalda..

Dió la vuelta, Deón había entrado por la ventana..
- ¿Crees que no leo tus pensamientos, dulzura?
- Deón, me estoy vistiendo!
- ¿Piensas acaso que no sé que has fantaseado con esto desde hace muchos años?
- ... Deón... - julia se sonrrojó y agachó la cabeza, sostenía su camisón en sus manos.

Deón se acercó, tomó el rostro moreno de la mujer entre sus manos e hizo que sus miradas se encontraran..
- tu sabes... que es imposible algo entre nosotros..
- lo se.. Deón.. yo soy una simple mujer...
- no dulzura, no es eso... son muchas cosas! tu tienes una razón para seguir viviendo... yo, prácticamente soy un fugitivo... yo no puedo ofrecerte mas que mis noches...

Julia puso un dedo sobre los labios frios y lisos de Deón
- Eso quiero... tus noches...
se acercó mas, se elevo un poco de puntillas y lo besó en los labios... el la tomó en sus brazos.. la beso apasionadamente; ella empezó a desabotonar su camisa, y conforme se la fue quitando acarició sus hombros, sus brazos fuertes.. bajó las manos y desabrochó el pantalón que cayó al suelo.. Deón seguía abrazandola y besabdole todo su rostro y cuello.. ella pasó sus manos por el duro y marcado abdomen de su vampiro amado.. lentamente bajó y con la llema de sus dedos palpó el elástico de los boxers... los fue bajando y el tacto de sus dedos con el vello de Deón le causó emoción y escalofrios..

Deón se iba encorvando mientras ella iba flexionando las rodillas para bajar el boxer.. aun asi no podian despegar sus bocas la una de la otra..

Una vez quitandole los zapatos, calcetas, boxer, teniendo ya a su amante tan desnudo como ella.. se puso de pie.. subió lamiendo el abdomen, el pecho, el cuello, la barbilla, la mejilla hasta llegar a los labios de Deón, con su lengua palpaba los colmillitos.. él la apretó a su cuerpo, ella acarició su ancho y fornido pecho, su cuello...

Deón se exitaba con la sensación de los pechos de Julia aplastados a su cuerpo.. acariciar su cabello largo lo enloquecía..
- Amor.. voy hacer algo, no te vayas a asustar..
- me llamaste "amor"? - preguntó Julia con una sonrisa en su rostro.


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Derrepente el foco del techo estalló.. y las velas del buró se encendieron, al mismo tiempo que las veladoras del pequeño altar que Julia tenía al otro extremo..

Siguieron besandose, bailaron.. Julia estaba de espaldas recargada en el torso de Deón, el la rodeaba con sus brazos.. le besaba la nuca, el cuello, los hombros.. se mecían.. como si escucharan una cancion suave y romantica.. él pasó una mano por el pecho de Julia.. la otra lentamente la bajó por el abdomen... ella disfrutaba con los ojos cerradas, recargó su nuca en el hombro de Deón.. él le mordisqueaba la oreja.. ella pasó un brazo hacia atras y empezó a acariciarle la nalga.. él bajó mas y mas su mano por el abdomen de Julia, acariciaba lo que encontraba en su camino.. la piel de Deón era muy lisa, casi como marfil.. y al contacto con la de Julia a ella le producía mucho placer...

... metió el dedo y empezó a buscar... Julia gemía.. aunque trataba de contenerse.. se sujetó a los musculosos brazos de Deón.. mientras el entraba a ella por ambos lados.. era un placer indescriptible.. Julia estaba en extasis.. Deón le cantaba suavemente al oido.. ella gemía e intentaba seguir meciendose al compas de la cancion del vampiro, pero hacia mucho que habia perdido el ritmo.. ahora solo parecía retorcerse en los brazos de su hombre...
- Te amo Julia..
- yo a tí, Deón... mi Deón...

Parecía todo haber terminado, pero Deón la llevó a la cama e hicieron el amor hasta minutos antes del amanecer.. cuando él se despidió dandole un beso en los labios, y la dejó durmiendo..

Bajó al sotano donde se encontraba Francesco leyendo un libro a la luz de una vela.. miró a Deón bajando los escalones de madera y Francesco no pudo evitar sonreir al ver a su amigo, pues sintió que por fin sería féliz..
- Mañana tu y yo nos vamos de aqui para siempre.. - dijo muy serio Deón, abrochandose la camisa; la sonrisa de Francesco desapareció.



*parte 8*

Las Noches de Deón 1.6

6

francesco



La noche siguiente, parecía de nuevo haber una fiesta en casa de Julia; a diferencia de Deón, Francesco era muy alegre, y extrovertido; mientras Julia lavaba los trastes, Deón leía en la mesita y Francesco jugaba, correteaba, saltaba, bailaba y reía con Adara..

- Es hora de dormir Adara - dijo Julia
- ay! un ratito maaas - suplicó la niña - Panchesco es muy divertido!
- jajaja! hacedle caso a tu mami, pequeña.. - dijo Francesco, bajando a la niña de sus brazos

Adara dio un beso a Francesco, otro a Julia, y camino al pasillo se detuvo cerca de Deón, pero ambos solo se dirigieron una mirada y ella se retiro. Julia tomó su taza de café recien preparado y se dirigió a la mesita, con la mirada invitó a Francesco a seguirla.
- Antes me sentía rara, siendo yo la única bebiendo café - expresó Julia
- Supongo que no me ofrecereis una taza de vuestra sangre.. - dijo burlonamente Francesco
Julia sonrrió..
- Cuentame - siguió Julia - ¿Cómo es que Deón y tú se conocieron?
- hmmm.. supuse que sabriais.. ¿Qué mi amigo Athán Deó no os ha contado de su gran amigo Francesco el italiano? ¿de todas nuestras aventuras?
Deón solo levantó la mirada de su lectura por un momento, para ver la expresión de Julia
- sinceramente no... ...Deón es muy reservado.. sé muy poco o casi nada de él..

- Yo era un joven de 19 años, como podrais ver, mi querida Julia
- Pues te ves mayor que eso... - expresó ella, inocentemente; Deón soltó una pequeña carcajada, pero seguía embuido en su libro
- Hmm.. pues quiza.. pero tenía yo 19 años cuando me topé con el demonio que me volvió inmortal!
- Esta será una larga historia.. - dijo Deón, puso su libro a un lado y se recargo sobre sus codos, para poner atención a la narración de su amigo - veamos que tanto le cambias a la verdadera historia...
- No interrumpais!... pues mi historia va así...

Era yo un jovenzuelo de 19 años de edad, a finales del siglo XV... yo vivía en una villa a las afueras de Florencia, mi vida era demasiado tranquila.. para mí estaba bien... claro, no conocía lo que conocí despues, si no, la vida me hubiese parecido mediocre y aburrida...

Una noche calurosa, salía a caminar por el campo, bajo la luz de la luna; paseaba por los viñedos.. y a lo lejos entre las vides, ví un espantapajaros... ¿qué hacia un espantapajaros ahí?.. pues como película de terror actual, mi querida Julia.. me acerqué lentamente.. casi puedo escuchar la música de suspenso...

- Si - interrumpió Deón, dirigiendose a Julia - asi es este de exagerado y fantasioso...
Ella solo rió, y tomó un sorbo a su café; estaba muy interesada a la historia que contaba Francesco

... y ya estando parado frente a la figura negra, que me salta! en ese momento no supe de mí, caía al suelo y me sentía debíl... sentía como ese monstruo succionaba mi cuello, y derrepente, me envolví en un ensueño... vi mi infancia, a mi familia, mis primos, mis tios, mis padres, mis abuelos.. mi perrito "Pepi"... mis hermanos y hermanas.. me di cuenta que siempre fuí un buen muchacho, siempre obedecí y fuí consentido por ser el menor en la casa; tuve una vida feliz...

Cuando desperté era de noche y estaba yo en una cabaña.. y ahí estaba ella.. una mujer delgada y por lo poco que podía ver era de piel palida, sus ojos marrones relucían con el fuego de la chimenea, tenía el cabello largo y suelto hasta la cintura, color también marrón; usaba un vestido de campesina, largo, sucio, color café. Se sentó junto a mí.. era hermosa!!.. se cortó las venas y me dijo que bebiera.. yo sentía mucha sed, una sed insaciable e hice caso; no se cuanto bebí, pero recuerdo que sentí nauseas y mareo y volví a quedar inconciente..

- Das muchas vueltas en tu historia, se mas concreto... - dijo Deón, impaciente
- dejalo seguir! - y ella le dio a Deón una pequeña palmada en la mano

... desperté dentro de un ataúd... Jesús! María y José!.. un ataúd!.. de nuevo era de noche y sentía mucha sed, mucha hambre.. escuché que dos personas discutían, y a pesar que apenas murmuraban, para mí era un ruido casi aturdidor.. apenas me estaba adaptando a mi estado de inmortal... salí de la caja y ví a la mujer discutiendo con un hombre.. éste hombre que teneis aquí a vuestro lado... aunque... en aquel tiempo usaba melena, y se afeitaba..

- Usabas melena Deón!?!
- Mejor sigue con tu historia viejo amigo.. - dijo Deón..

Deón y la mujer discutían, aquí vuestro amigo no estaba de acuerdo con que la mujer me hubiese hecho lo que me hizo, yo en ese momento no sabía que era eso que me habían hecho; la mujer argumentaba al hombre que ella se sentía sola y quería una mascota... hacedme el favor! mi querida Julia! la mujerzuela esa quería una mascota!.. tras un rato acalorado de discusion, la mujer salió y Athán Deó, o Deón, como vos lo conoceis se dió cuenta que yo había despertado; y lo verais muy frio y poco comunicativo, pero en aquel momento se apiado de este pobre mocoso..

Deón fue el que me enseñó a cazar, a usar mis poderes, es decir a concentrarme para escuchar solo un sonido o una voz a una distancia increible, a poder escuchar los pensamientos de los demas, el poder ver en la oscuridad.. con los siglos y gracias a que Deón me permitió beber de su antigua sangre, pude volar, y obtuve el don del fuego...

- ¿El don del fuego? - preguntó Julia

El poder prender fuego, telequinéticamente... y con el tiempo, podré hacer muchas mas cosas, tantas como Deón!

- ¿Y que pasó con la mujer que te creó? por que... fue ella la que te creó ¿cierto?

Ah mi Julia, sois muy lista; si fue ella, Adelaida, quien me creó... esa mujer fue mi todo por siglos!.. estaba muy trastornada, y yo, ciego de amor nunca lo ví... era inmoral, insensible, narcisista, pues no pensaba en nadie mas que ella.. me arrastraba en sus aventuras y si teniamos que salir corriendo a ella no le importaba dejarme ahí.. finalmente terminó por volverse loca, y como decimos nosotros los bebedores de sangre.. "se lanzó al sol" ... que quiere decir que dejó que la luz del sol la calcinara.... y asi fue como perdí a mi Adelaida, mi loquilla...

- Que triste...
- Muy triste.. - dijo Deón y tomó la mano de Julia.. - yo no se que haría si perdiera a alguien que amo.
Julia miró a Deón esperanzada, palabras como estas eran las que la ilusionaba, sin embargo, despues de ese tipo de frases, no seguía nada mas.. nada que le asegurara que él sentía amor por ella..

- Pues la historia no termina ahí mi querida Julia.. - siguió Francesco - pero ya es muy tarde y vos teneis trabajo mañana.. dichosos nosotros, par de fanfarrones que dormimos todo el día, eh!?

Julia se puso sonrrió, se puso de pie, llevó su taza al lavatrastes, le dió un beso en la mejilla a Francesco, y tal como hizo Adara, pasó de largo por un lado de Deón..

- Sois cruel - le dijo Francesco a Deón, ya que Julia se había retirado - ¿por que no le habeis dicho lo que sentís por ella?
Deón salió de la casa...

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*parte 7*

viernes, abril 06, 2007

Mi Playa

by Ely Guerra

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Te regalo mi sol, mi luz, mi playa
Te comparto mi dicha y mi pesar
Te doy las llaves de mi casa y mi confianza
Te cocino y te llevo a pasear


Te regalo la sal de mis historias
Te comparto mi fuerza y mi debilidad
Te muestro el cielo al que también llamamos gloria
Te regalo mi voz, mi libertad


Solamente hay algo que yo me quedaria
Es la imagen de un santo que me cuida noche y dia


Te regalo mis fotos preferidas
Te comparto mi humana condición
Te llevo mas alla del limite y medida
Me convierto en tu amiga, la mejor


Te llevo mas alla del limite y medida
Me convierto en tu amiga, la...
Solamente hay algo que yo me quedaria
Es la imagen de un santo que me cuida noche y dia
Solamente hay algo que yo me quedaria
Y es la imagen de un santo que me cuida noche y dia
Pero en mi playa, estara el sonido del mar para ti
Rompen las olas del mar