martes, mayo 01, 2007

Las Noches de Deón 2.8

Cartas

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".. desperté despues de unas horas, creo, tirado en el suelo, desnudo, sobre mis orines y excrementos; sentía mucha sed. Abrí los ojos, y todo se veía distinto.. las antorchas estaban encedencidas y despedían colores que jamas hubiera imaginado que existían, tonos de rojo, amarillo y naranja que danzaban en el fuego, todo se veía tan detallado, podía ver las grietas, y las grietas de las grietas. los diminutos insectos que trepaban las rocas de la caverna en la oscuridad. Podía escuchar a esos insectos arrastrase en la piedra, podía oir la gotera en otra caverna, con mayor intensidad, escuchaba los sollozos de Eris.. y la sed, una sed insoportable! sentía los labios secos, la boca amarga, necesitaba beber!

- Ahora, mi joven Athán.. - dijo el niño, sentado en el suelo, apoyando sus brazos sobre sus rodillas, recargado en la pared - como yo te creé, me es imposible escuchar tus pensamientos, ni tu podrás escuchar los mios.. - hizo una pausa, suspiró - aun asi, no tengo que leerte la mente para saber que mueres de sed y hambre.. - giró su cabeza y miró hacia la entrada, yo seguía tirado en el suelo, no tenía fuerzas para levantarme a pesar del hedor que había por todos lados, derrepente, me llego un olor delicioso, algo dulce.. y ví entrar al otro vampiro que traía a rastras a Eris.. - te traje algo de beber! - dijo el niño con una sonrisa traviesa

El hombre vampiro lanzó a la débil Eris al charco de porquería que había junto a mi, el olor que la mujer emanaba era delicioso, mi apetito aumentó vorazmente..
- ¿Qué esperas Athán Deo?.. alimentate! - me ordenó el niño
y yo, cegado por el hambre, obedecí. Me lancé sobre Eris, quien pegó un grito, y empezó a llorar y a suplicar, pero yo no la escuché, yo solo quería su sangre; la tomé por el cuello y enterré mis colmillos, Yo tenía colmillos! - bebe con calma - decía el niño, su voz me parecía ahora tan tierna - recuerda no tirar nada, la sangre, es el nectar que nos otorgan los dioses, para vivir eternamente.. - se puso de pie y caminó alrededor de la 'habitación' sin dejar de observarme, con las manos a su espalda - despacio Athán.. - se detuvo un momento, sentía que me miraba como si yo fuese su mascota; bebí un poco mas a prisa, y vi pasar la vida de Eris.. - detente! - me gritó el niño, pero no lo hice, entonces de un solo golpe me aventó hacia la pared - ¿Acaso quieres matarla?

En ese momento reaccioné, ¿Que le habia hecho a mi Eris?.. cuando voltié a verla, a ver al niño, ella estaba muy pálida, tirada en el suelo, no la veía respirar, pero podía escuchar los látidos de su corazón.. latía muy lento.. El niño se arrodilló a su lado e hizo lo mismo que conmigo, se abrió una herida en la muñeca con sus dientes y con la otra mano abrio la boca de Eris y empezó a vertir en ella su sangre; derrepente ella sola jaló el brazo del niño y empezó a succionar, tal y como lo hice yo; me puse de pie y vi los gestos del niño.. si, esto le causaba dolor, pero él lo estaba disfrutando increiblemente.. le pidió que dejara de beber y ella hizo caso, entonces, con una mirada ordenó al hombre vampiro que se la llevara de ahí; ella iba retorciendose, y gimiendo. Veía todo, todo lo que estaba ocurriendo ahí, pero sin razonarlo; derrepente me encontré con la mirada del niño, me miraba a los ojos y despues recorrió mi cuerpo desnudo con una lujuría que me hizo sentir apenado; me sonrió y entonces dijo
- Ahora tengo mamá y papá..."



*capitulo II, parte 9*

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