martes, mayo 29, 2007

Las Noches de Deón 3.4

4
Adara


Empezó a llover..
llovía demasiado fuerte, era una tormenta

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket


Mauricio se encontraba tirado en su cama, débil, con un par de cicatricez en el cuello, su respiracion era agitada; seguía conciente y muy asustado.. Deón caminaba dando vueltas en la habitación, releyendo sus cartas..
- Entonces, Adara si las leyo.. - dijo Deón - .. Mauricio, no te asustes.. no voy a matarte....- miró a Mauricio que lo veía con los ojos muy abiertos, las pupilas dilatadas - te estas metiendo con una menor de edad, ¿lo sabías?..- se sentó junto a él - pude ver que eres un buen hombre... ví tus recuerdos cuando bebía de tu sangre... sé que no le harías daño a Adara y eso te lo agradezco..- suspiró... dobló una de las cartas que traía en la mano y la metió en su sobre - .. pero sé que ella te hará daño.. lo mejor será que te alejes de ella.. - se puso de pie
- no! - exclamó Mauricio con una voz que parecía tan solo un suspiro
- no? - preguntó Deón volteando a verlo


Adara se encontraba en su cama, recargada en su cabecera, viendo la sombra de la lluvia y los relampagos a traves de las delgadas cortinas blancas.. se sentía ansiosa, no sabía si había hecho bien al darle las cartas a Mauricio, no sabía que pensaría él; quizá pensaría que era la broma de alguien, pues era todo tan fantasioso, que más que un hecho real parecía una novela. Pensó en que pasaría si Deón se enterara que alguien más había leido sus cartas; conocía tan poco a Deón que no tenía idea de como reaccionaría.

Y entonces, empezó a recordar a Deón; como le gustaba Deón. Sus ojos grandes y luminosos, su cabello suave color negro; recordó una ocasión en que Deón se encontraba acostado en el sillón leyendo un libro, y ella llegó y se paró junto al "brazo" del sillón (donde él tenía apoyada su cabeza) y empezó a acariciar el espeso y oscuro cabello; Deón volteó y sonrió y le dijo que se sentara junto a él; ella lo obedeció y él la levantó con un brazó y la recargó a su pecho; su brazo era muy fuerte, podía sentir la forma de su bicep mientras la abrazaba; tenía un aliento delicioso, podía sentir la respiración del vampiro en su pequeño cuello; y su voz, era muy seductora y varonil, ella se sentía hipnotizada mientras él le leía el libro..

Abrió los ojos, aun seguía lloviendo a cántaros; se sentía excitada; necesitaba saber que pasó con Mauricio y tomó el teléfono y lo llamó pero nadie contestó; entonces se acomodó en la cama y trató de dormir; soñaba con Deón, los mismos sueños eróticos que la atormentaban durante su pubertad y temprana adolescencia, ahora los disfrutaba; deseaba a Deón.


Mauricio se sentía un poco mejor, Deón había hecho desaparecer las heridas de su cuello con una gota de su sangre oscura; le dió de beber agua azucarada y el joven estaba recuperando la presión; su respiración se normalizaba y con un esfuerzo pudo levantarse un poco y enderezarse sobre la cama. Deón puso unas almohadas a su espalda y se sentó de nuevo junto a él.

- ¿qué paso despues.. de que tus compañeros te abandonaron? por favor, cuentame tu historia - dijo Mauricio; Deón lo observó detenidamente, guardó silencio por un momento... sonrió y dijo:
- esta bien... te contaré lo que sucedió..

<<Capitulo IV, parte 1>>

No hay comentarios.: