Capitulo II
“Cartas”


1

"Querida Adara, han pasado ya 2 años desde lo ocurrido; aun sigues sin querer verme.. te he escrito muchas cartas y sé que todas las has tirado, espero que no hagas lo mismo con esta.

Dulzura.. si, asi como llamaba a tu madre, sé que lo que pasó fue mi culpa; traté de evitarlo, te lo juro, por años..

La noche en que conocí a tu madre, Julia, la ví tan desamparada, fue la noche en que naciste.. y desde entonces, aunque supe que estaba mal, no pude despegarme de ella, ni de tí. Ustedes lo han sido todo para mí. Recuerdas del primer dia que fuiste a la escuela; en la noche me preguntaste que si yo te llevaría al dia siguiente, y te dije que no podía; te molestaste mucho; recuerdo que antes me llamabas papá, de hecho, fue la primera palabra que me dijiste a mí, nunca te saque de ese engaño, pues para mí tu eres mi hija... siempre lo seras, aunque no quieras saber de mi, aunque en estos dos años nisiquiera te hallas querido asomar a la ventana cuando he ido a visitarte; hmm... no soy bueno para escribir, de hecho, creo que ya te confundí toda con esta carta.. el punto es que.. quisiera hablar contigo en persona.. Adara, ahora tienes 13 años.. debes entenderme!.. Adara, estos dos años he vivido enterrado debajo de los escombros de lo que fue nuestra casa.. solo salgo a veces a alimentarme, y solo me alimento para tener fuerzas para poder verte; me acerco al internado y escucho en tu pensamiento todo el odio que me tienes..

Cuando eras muy niña me querias muchisimo.. pero poco a poco, con las dudas que fueron creciendo en tu cabecita, empezaste a crearte ideas; si, yo me di cuenta de eso, sin embargo, no sabía si era prudente.. si entenderias lo que yo soy.. creo que aún no lo entiendes.. pero si me permites verte... te puedo explicar todo, para que por lo menos disminuya un poco ese rencor que sientes hacia mí..
Estaré esta noche en el árbol afuera de tu ventana; Adara, he intentado hablar contigo durante estos dos años.. espero que esta vez si aceptes verme.. ya que en dos noches me iré de aquí.. Estoy desesperado Adara, creo que no podré seguir.. si tu no me das esta oportunidad.."

tu padre
Athán Deó


2

   Han pasado dos semanas, no quisiste verme; a pesar de que me encuentro ahora en Sonora, no quiere decir que no esté al pendiente de tí; todo el tiempo escuchó tu pensamiento; sé, ahora, que no recuerdas lo que pasó despues de la muerte de Julia. Pues bien, en esta carta te lo explicaré..

Tú te quedaste sentada sobre la lápida.. yo, tomé el cuerpo de tu madre en mis brazos y no podía contener las lágrimas.. Esos bastardos: Attis, Drusila, Francesco y su grupo de seguidores salieron riendose y ya no supe más de ellos. Después de algunas horas, que tu seguías ahí paralizada, y que debo admitir, yo no te puse atención, pues todo mi ser estaba concentrado en tratar de animar a Julia, no podía creer que ella estuviese muerta.. me puse de pie, la levanté en mis brazos, te miré; tu estabas como ida, demasiado pensativa, te dije que me siguieras y asi lo hiciste, pero parecías un robotsito; me seguiste, y te dije que dejaríamos ahí a tu madre, sobre el cesped; le quitamos su cartera que siempre llevaba en el pantalón, la pulcera de oro que yo le había regalado, todo esto para simular un asalto; te tomé de la mano y nos fuimos. Yo estaba seguro que al día siguiente la encontrarían y reportarían el cadaver de Julia a las autoridades y así fue.

Esa noche tu dormiste conmigo, te tuve en mis brazos, y sentí el calor de tu cuerpo; lo único que me dijiste es que yo estaba muy frio.. pero nos abrazamos y dormimos en ese pequeño ataud; me sorprendio como es que no te hubiese dado miedo la oscuridad, pense que le temías.. me sorprendió tambien que no te asustara el estar encerrada en una caja; la mayoría de nosotros tememos estar así encerrados en un ataud, aunque con el tiempo nos acostumbramos..

Aun no se donde esta el maldito de Francesco; pero puedes estar segura mi querida Adara que lo encontraré y le daré su merecido!

A la noche siguiente, hable con la comadre de Julia, tu madrina, y velamos el cuerpo de mi amada, le dije que no habría entierro, que su cuerpo sería cremado la noche siguiente, tal y como Julia lo hubiese querido y la "comadre" ya no supo mas sobre eso. Le dije que te internaría en un colegio, pues yo tenía que salir de aqui y no podia llevarte; ella comprendió, supuso que era por el gran dolor que me causaba la perdida de Julia, y si lo fue, por su perdida yo lo unico que queria era enterrarme y no salir jamas.. pero no podía dejarte mi querida Adara, tuve que buscar fuerzas para seguir existiendo, y tu fuiste y seras siempre mi motor..

Encontraré a ese asesino, y sus compinches, lo prometo, y entonces, volveré para buscarte, para verte frente a frente y pedirte de nuevo perdon.

Por lo pronto, siempre te enviaré mi dirección, incluso pienso comprar un celular para que puedas comunicarte conmigo, aunque se me dificulta un poco, ya que en la noche cuando puedo salir, ya estan cerradas las tiendas de celulares, pero me las ingeniaré. Jamas te dejaré Adara, aunque tu no me quieras, te amo.

Athán Deó


3

Era una noche extremadamente fria en el desierto, Deón salió de su escondite, donde se había enterrado junto a un cactus; se puso de pie y se sacudio el polvo; su cabello había crecido, y en ese momento con una navaja se lo cortó; levitó hasta encontrar un pequeño riachuelo, se quitó la ropa y se baño con el agua casi congelada; se vistió y se dirigió al pueblo mas cercano.

"Querida Adara... sigo sin recibir respuesta tuya, mi niña, no tengo casi fuerzas ni para alimentarme.. desde que dejé la ciudad no he probado nada... estoy... demasiado debil, sin embargo, no puedo dejar de pensar en tí, mi hija.. como no quieres que nos veamos, trataré de explicarte por medio de esta carta lo que soy.."

Deón se encontraba en una fonda esa noche, había pedido solo café, pero solo para poder estar en ese lugar, pues él no podía beber nada que no fuese sangre, ni comer nada; sangre, ése era su único alimento.. La fonda era un lugar sucio, pero que se podía esperar en ese pueblo polvoriento; era atendido por un par de señoras; las mesas estaban cubiertas con manteles de plastico, blancos con cuadricula roja y servilleteros baratos encima; había poca gente esa noche, sin embargo, la mayoría observaba a Deón, era un hombre demasiado pálido y extraño, pues usaba lentes oscuros de noche..

"Mi nombre es Athán Deo.. nací hace mas de dos milenios en la antigua Grecia.. vivía yo en una granja, a las afueras de Micenas; recuerdo que tenía como 15 años y me gustaba llevar al rebaño a traves de la ciudad. Una de esas ocasiones, que pasaba yo por debajo de la Puerta de los Leones, unos guardias me detuvieron, a mí y mi rebaño.. iba entrando una gran cantidad de soldados Espartanos, y detrás de ellos, sobre una litera, envuelta en cortinas, llevaban a la Reina Helena! si, conocí a la hermosa Reina Helena, la mujer mas bella del mundo, por quien todo hombre sobre la tierra suspiraba; y sabes, no era taaan bella, si ahora la comparo con las mujeres modernas.. si ahora la comparo con mi Julia.. Helena tenía una belleza extraña, pero mas que nada, supongo que lo que cautivaba era su carisma, su sonrisa, su seguridad, y la forma en que te veía, era muy seductora... detrás pasaron unos cuantos guardias más y otra litera donde avanzaba a paso lento el Rey Menelao.. llegaban a visitar al gran rey de mi ciudad..

La extraña belleza de Helena me cautivó y fue lo que me llevó a entrar en secreto al palacio.. caminaba yo a escondidas, en ese tiempo era yo casi tan alto como lo soy ahora, pero mas delgado, pues aún no me había desarrollado, mi cabello negro cubría mi frente, usaba un alo hecho de la misma cuerda que usaba para atar a los becerros; desde muy joven empecé a rasurarme con peligrosas navajas muy filosas.. pero como decía, caminé entre las columnas del palacio y poco a poco escuchaba mas nítido a las mujeres cantando y danzando en el gran salón; me había llevado más de dos horas esquivar a todos los guardias, desde el muro hasta los que había por los jardínes; me sentía invencible despues de haber logrado pasar por todo eso y estar tan cerca de los reyes, y ver a sus mujeres danzantes.. justo cuando ella me encontró.."
  • Hey! estas sentado en mi mesa! - exclamó un hombre que iba entrando a la fonda, Deón salió del ensueño de los recuerdos y se dió cuenta que el hombre se estaba dirigiendo a él
  • Ahí hay mas mesas - dijo Deón señalando con ambos brazos las mesas vacias que había a su alrededor; las dos mujeres que atendían la fonda se ocultaron detrás del mostrador, algunos de los clientes se pusieron de pie y prefirieron salirse del lugar..
  • Te dije... - levantando la voz - que estás.. sentado en MI mesa! - dijo el hombre, golpeando la mesa, era casi tan alto como Deón, era un trailero, que usaba pantalón de mezclilla, una camisa sin mangas mostrando unos brazos musculosos, y un tatuaje descolorido que parecía no tener forma, si era un sol, una virgen.. su enorme barriga ocultaba el cinturón.
Deón se puso de pie
  • vaya! veo que me tuviste miedo y te quitaras de mi mesa! - exclamó el trailero; pero se sorprendió cuando de un golpe en la cara Deón lo sacó volando del pequeño establecimiento.. dejó unas monedas sobre la mesa, se guardó sus hojas y su pluma y salió del lugar; el trailero apenas se estaba poniendo de pie y sacudiendose la tierra; no había casi nada alrededor, mas que la carretera, algunas casas a lo lejos camuflajeadas en el desierto.. el hombre corrió hacia Deón golpeandole el abdomen con su cabeza; el vampiro se dobló pero no cayó al suelo; el trailero estaba tan ebrio que a pesar del tremendo golpe que le había dado Deón no pensaba en darse por vencido. Deón lo tomó del cuello y empezó a levantarlo; la fuerza de un vampiro es siempre sobrehumana; el trailero le pico los ojos y Deón lo soltó derrepente tapandose con las manos, distrayendose, no se dió cuenta cuando el hombre lo tomó por el cabello de la nuca y azotó su rostro sobre su rodilla; en el interior las mujeres se asomaban por la pequeña ventana con mosquitero y no era mucho lo que podían ver debido a la oscuridad del exterior
  • Ay! a ver si no se matan - escuchaba Deón el pensamiento de una de las mujeres
  • ¿pagó o no pagó la cuenta? - pensaba la otra; la gente que había salido de la fonda había huido justo antes de que Deón apareciera afuera.
  • Te lo dije! que te quitaras de MI mesa!
Deón se reincorporó y empezó a golpear al hombre con el puño cerrado haciendolo retroceder; ahora se encontraban detras del trailer del individuo y las mujeres por mas que lo intentaban no alcanzaban a ver nada desde su restaurant; golpe tras golpe el hombre empezó a quedar inconciente, casi caía de espaldas pero Deón lo jalaba de la camisa para seguir golpeandolo, hasta que en uno de esos jalones la camisa se rompió y el hombre cayó con todo su peso.. tenía movimientos bruscos y aún intentaba ponerse de pie, pero no podía, entonces Deón se lanzó sobre él sentandose sobre su enorme barriga.. pasando sus manos sobre el abundante vello de su pecho; el olor a sudor, a aceites de motor y a cerveza eran penetrantes, insoportables.. Deón lo tomó por los hombros y lo presionó al suelo con todas sus fuerzas para que el hombre no se pusiera de pie, pero el trailero aun pataleaba, movía la cabeza, y gritaba maldiciones; entonces Deón se inclinó y enterró sus colmillos en el cuello sudado y gediondo del ebrio y bebió con rapidez, como solía hacerlo cuando tenía mucho coraje..

Tomó el enorme y obeso cuerpo, lo subió al camión, y empezó a conducir.. llegando a un puente que pasaba sobre un río dejó caer al trailer para que pareciese un accidente..

"... Querida Adara.. está a punto de amanecer.. te enviaré esta carta desde este pueblo, pero no me contestes aquí, ya que pronto me mudaré.. te quiere: Athán"


4

"La vez anterior tuve un contratiempo y no pude terminar mi anecdota, aún asi envié la carta como lo hago todos los dias para que no vayas a pensar que ayer no pensé en tí.."

"Si no mal recuerdo, te estaba contando como fue que entre al palacio de Micenas, donde se llevaba a cabo una fiesta; el Rey Agamenón ofrecía un banquete a su hermano Menelao y su cuñada Helena; estaba yo a punto de asomarme al gran salón, donde se escuchaba la música, donde olía a vino y frutas, e incienzos cuando ella me encontró..."

"Era una niña que apenas empezaba a convertirse en mujer, delgada y blanca, con ojos grandes y brillantes color azul, su cabello rubio casi blanco caía en trenzas por su espalda y su túnica azul turquesa era adornada por dos broches de plata en los hombros; llevaba una charola con fruta y me encontró escondido detrás de un arbusto en el jardín interior del palacio; era la muchacha mas bonita que había visto, incluso mas bella que la reina Helena.. ella me miró, y sonrió, pero fue una sonrisa extraña, parecía solo haber torcido la boca, pero yo estaba seguro que era una sonrisa.. me quede paralizado, Adara, no pude moverme pensando en esa muchacha.."

".. pero a los pocos minutos, la muchacha volvió con unos guardias que me echaron a rastras del palacio; los guardias volvieron adentro pero ella se quedó de pie junto a las grandes puertas..
  • doero, tu no perteneces aqui..- me dijo la muchacha. Afuera del palacio, con la luz de la luna, parecía mas mujer que niña.
  • no soy esclavo! - le dije y me puse de pie y me sacudo las rodillas.. pues usaba una túnica corta; ella me miró y sonrió
  • entonces ¿qué eres?.. ¿acaso un dios que vino a rescatarme? - y soltó una risilla coqueta
  • ¿rescatarte? ¿de que o quien?
  • de la vida en este palacio.. - se acerco a mí.. pude ver sus pequeños senos por el escote de su túnica, la usaba muy holgada.. puso una mano sobre mi pecho -.. es muy aburrido ahí adentro, sabes...
Entonces como un impulso la tomé de la mano y corrimos a través de la ciudad vacía, pues ya era muy noche, y llegamos al mar, y ahí junto a la playa, pláticamos toda la noche.. su nombre.. era Eris.. despues de esa noche quedamos de vernos todas las noches bajo la Puerta de los Leones.."

".. No sé por que te cuento todo esto.. quiza por que no quiero cometer el mismo error que cometí con Julia.. quiero que sepas todo sobre mí, que borres esas ideas oscuras y dudas que tienes en tu mente.. espero que me entiendas y me perdones mi Adara.."

Athán Deo


5

"Sigo sin tener respuestas tuyas, y por lo mismo mis cartas son menos frecuentes.. Adara.. ¿Qué pasa?... 

Te conté como fue que conocí a Eris, algunos de nuestros encuentros bajo la Puerta de los Leones.. la verdad nisiquiera sé si estas interesada en seguir conociendo mi historia.. pero.. ¿sabes que?.. no importa.. es mi desahogo.. son mis recuerdos y estoy viviendo cada momento una vez mas, lo veo todo desde otra perspectiva.. he cometido muchos errores en el transcurso de mi existencia.. y reviviendolos es como me daré cuenta en que me equivoqué..

Y así, continuo...

Con el tiempo, comencé a sentir a Eris cada vez mas alejada, distraida, paranoica, siempre volteando a todos lados cuando nos encontrabamos por las noches.. Habían pasado ya un par de años, y en ese tiempo, Eris y yo nunca habíamos tenido problemas, hasta esas noches; Eris siempre estaba insatisfecha, me refiero a que ella, tenia deseos de salir de Micenas, de recorrer el mundo, de tener joyas y una gran mansion, lo deseaba todo, sin embargo, me amaba tanto que se conformaba y trataba de ser feliz a mi lado; yo había trabajado muy duro en la granja en todo ese tiempo, y mis padres me habían regalado una porcion de sus tierras donde empece a construir lo que sería nuestro hogar, estabamos por casarnos, cuando empezó a comportarse de esta manera extraña que mencione antes..
Una noche, despues de despedirnos, la seguí; ella iba camino de vuelta al palacio, donde vivía como dama de compañia de la reina Clitemnestra, quien le tenía mucho aprecio, y a la entrada del palacio, ví que se encontró con un hombre y que lo abrazaba y besaba; me fuí de ahí muy enojado e incendié lo que llevaba construido de nuestra casa.. me perdí de ahí por un tiempo.

Cuando volví, Micenas estaba muy cambiada; supe que el Rey se había ido junto con otros gobernantes de otras ciudades a la Guerra contra Troya; la reina, tras la pérdida de su hija Ifigenia, le había tomado mas cariño a Eris y había logrado arreglarle un matrimonio con el hijo de un rico comerciante de la ciudad. Mis padres habían muerto, mis hermanos se habían ido y las tierras habían sido confiscadas o invadidas; yo no tenía nada; entonces, mi único propósito fue volver a ver a Eris.

Traté de encontrar su nuevo hogar, pasé por las casas mas grandes de Micenas, pero no la ví por ningun lado.. me desesperé y fuí a la playa.. y ahí estaba, de pie, viendo el atardecer a la orilla del mar.. remojando sus pies en las pequeñas olas, con los brazos cruzados.. me acerqué despacio, ella me escuchó y volteó.. me sorprendió ver su vientre crecido, que ni su túnica guinda ni su manto rojo podían ocultar; se veía hermosa con su corona de guirnaldas, el cabello recogido con cintas.. No pude soportarlo, Eris estaba embarazada de su marido, y no pude reclamarle nada, huí Adara, salí huyendo como siempre he hecho...

...Esa noche llovió mucho y me refugié en una taberna.. llena de hombres malolientes, los pocos que habían quedado, pues muchos se habían ido a la gran guerra. Entonces llegó un hombre, joven, como de mi edad, y rico, lo noté por la calidad de su túnica y los dobleses, la tela de su manta; se veía nervioso asi es que me senté junto a el y trate de conversar con él para tranquilizarlo. Su nombre era Attis, era, al igual que su padre un rico comerciante, tenía ya casi 5 años de casado y apenas él y su esposa habían logrado concebir.. pero esa tarde, su mujer empezó los labores de parto.. la criatura había nacido muerta, asfixiada al parecer por el cordón umbilical...su esposa era Eris..."


6

".. traté de tranquilizar al hombre, tragandome la rabia que sentía al tener a mi rival enfrente, él me contó que sentía que los dioses lo habían castigado; era el alcohol el que lo hacía hablar; Attis trataba mal a todo el mundo y decía que no quería a nadie, ni a sus padres, ni a sus hermanos; en uno de sus arranques de ira había matado a uno de ellos... no te asustes Adara, en aquellos tiempos era muy común que la gente se matara entre sí...

Parecía que sus remordimientos lo estaban matando esa noche, no dejaba de hablar, yo lo escuchaba y trataba de consolarlo; me contó de la única persona a la que amaba en el mundo, esa persona era Eris, que desde el primer día que la vió no pudo dejar de pensar en ella, y supo que trabajaba para la reina y entonces fue que pidió de favor a la reina que se la concediese en matrimonio. Eris aceptó inmediatamente, pues Attis era un hombre muy rico y ella, una mujer muy ambiciosa; sin embargo, Attis notó que Eris no lo amaba, y al poco tiempo, despues de casados se dió por vencido en tratar de conquistar su corazón; se conformaba con tenerla contenta y pensaba que ese era su castigo por ser un "hombre malo" .... era una pena ver como se tenía lástima a sí mismo, si, lástima, eso era lo que provocaba, eso era lo que me detenía de matarlo por haberme quitado a Eris...

Y ahora, su hijo había nacido muerto.. él sentía que no tenía nada en el mundo; yo lo abracé, seguimos bebiendo hasta el amanecer, y lo llevé a su casa casi a rastras, pues él había bebido demasiado. Yo dormí a las afueras de la ciudad, en la calle, pues no tenía donde quedarme.

A la mañana siguiente, él me encontró, yo estaba vestido con mis mismos harapos, mi barba crecida; se bajó de su caballo e hizo que sus esclavos lo esperacen, me dió su mano y me ayudó a ponerme de pie, yo estaba adolorido de haber dormido en la tierra dura y fria, Attis me sonrió y despues llamó a uno de sus esclavos, le dijo algo en voz baja y luego el esclavo me acercó su caballo.
  • Sube - dijo Attis - monta conmigo, hermano! yo obedecí. Cabalgamos a la orilla del mar; agradeció mis atenciones de la noche anterior y dijo que quería ayudarme, le dije que no era necesario, que yo solo estaba de paso en la ciudad; entonces regresamos a la ciudad, me dio una bolsa de cuero con monedas y me dijo que lo buscara siempre que lo necesitara; bajé del caballo y se fue con sus dos esclavos que nos habían estado siguiendo.
Con ese dinero pude instalarme en una pequeña posada, tome un baño, me afeite, había comprado unas túnicas en el mercado, asi es que estaba estrenando esa noche y salí a caminar bajo el manto estrellado.. y ahí, bajo la Puerta de los Leones estaba ella, Eris; no podía verla bien debido a la oscuridad de la noche, se cubría la cabeza con su manta y apenas podía mantenerse en pie..
  • ¿Dónde estabas? - me preguntó, yo no dije nada, me recargue en el marco de la "puerta" - Los dioses me castigaron Athán, perdí a mi hijo.. Seguí callado
  • ¿No vas a decirme algo? - preguntó de nuevo ella
  • No! - contesté tajante y me fuí
Caminé a las afueras de Micenas, me dirigía a las tierras donde alguna vez había estado la granja de mi familia, sentía que alguien me seguía y supuse que era Eris, traté de no darle importancia, tarde o temprano "esa" mujer se cansaría y regresaría a su hogar, con su pobre esposo; a pesar de todo, con lo poco que traté en ese momento a Attis, no le tenía ya rencor, él era tan víctima como yo de la ambición de Eris. Seguía siguiendome y entonces me detuve y grité
  • Vete a tu casa Eris! ve con tu márido! Pero no obtuve respuesta; derrepente ya no sentí su presencia y voltié y no había nadie, sentí un escalofrio, no pudo haber desaparecido tan rapido, Micenas estaba a un kilometro o dos de distancia y no se veía nadie en los alrededores; entonces, escuché un ruido detrás de mi, cuando giré me sorprendió la figura de un hombre, tan alto como yo, estaba envuelto todo en un manto negro, con su túnica negra, tan solo podía verse su pálido rostro y sus ojos brillantes mirandome fijamente; levantó el brazo y puso la palma de su mano frente a mi rostro, sentí mucho sueño y en ese momento caí al suelo, inconciente."


7

"... desperté en una especie de mazmorra.. o cueva.. me tenía encadenado con grilletes a una pared, de las muñecas y tobillos; el lugar estaba iluminado por antorchas, estabamos al parecer muy adentro de la caverna, ya que no podía escuchar nada del exterior, ni entraba la luz; solo escuchaba a lo lejos, como si cayesen gotas, quiza algun manantial o algo asi.

El hombre de ropas negras estaba ahí, y en cuanto se dio cuenta que desperté empezó a gritarme en una lengua que yo no conocía; derrepente se calló. Por una caverna entró una figura, tambien ataviada en mantos negros, era de estatura mas baja, se acercó a mí y se descubrió el rostro.. era un niño, como de unos 12 años, pálido con los ojos muy brillosos; me miraba fijamente, empezó a pasar su mano, por mi pecho, mis hombros, mis brazos, parecía como si me estuviese examinando; me sonrió.
  • Eres perfecto! - escuché su voz de niño, pero no lo ví hablar - 'Athán Deó'.. significa 'Inmortal como un dios' ¿no es así? - seguía sin mover los labios, ¿acaso se comunicaba a través de la mente?.. seguía sonriendo.. - que irónico! - exclamó y se retiró de mí.
El niño caminaba alrededor de la caverna, conforme avanzaba y arrastraba su túnica y velos negros se iban encendiendo antorchas en las paredes; el otro hombre de lenguaje extraño solo lo seguía con la mirada desde el centro de la cámara..
  • soy eso que llaman 'lamia'.. o tambien eso que llaman 'larvae' (larve).. pero a la vez no lo soy - su voz de niño penetraba mi cabeza, el no usaba las palabras reales, solo el pensamiento - han inventado mitos y leyendas de los que son como mi especie, algunas son exageraciones, o son la verdad distorsionada por el miedo que provocamos... - se detuvo frente a mí, su cabello castaño cubria parte de su frente, los bucles caían a los lados cubriendo las orejas, era delgado y se veía que podría haber sido un hombre alto y fuerte si es que pudiera envejecer -.. nunca envejeceré - continuó, había leido mis pensamientos - tenía yo esta edad cuando fuí convertido en inmortal, y ahora - avanzó hacia mí - jamas seré un hombre, niño, siempre niño!.. ahora mi alimento es solo la sangre, mi placer es solo la sangre, mi existencia es solo por la sangre - hizo una mueca, empezó a irritarse, se recargó en mi pecho y enterró sus afiladas uñas en mi ropa, la desgarró dejando mis pectorales al descubierto, arañados y empezaron a sangrar - aaah deliciosa! - me veía al parecer con lujuría, mi pecho me ardía, entonces el niño empezó a lamer, lamer la sangre que se escurría por entre los vellos de mi pecho, a chupar y entonces sentí su mordida, era feroz, sentía que bebía, bebía de mi!.. duró un poco chupando mi sangre, se retiró, se relamió los labios y su mirada lujuriosa no se despegaba de mis ojos, luego, lentamente miró de nuevo mi pecho y ví que se mordió la lengua que empezó a sangrar y volvió a lamerme, el ardor de mi pecho empezó a desaparecer, sentí como si se entumía y despues ya no sentí nada; la herida que pudo haber dejado desapareció.
  • Esto será lento mi querido Athán - me dijo con su mente, sonriendo; pasó su mano sobre mi pecho y se retiró, el otro hombre alto y extraño se fue detrás de él y a su paso las antorchas se iban apagando.
No se cuantas noches pasarían en que él volvía y se alimentaba de mí, yo me sentía muy débil, cansado de estar ahí colgado. No estoy seguro, pero a veces, creía escuchar sollozos a lo lejos, una mujer que lloraba y suplicaba, no se si el niño y el hombre tendrían a mas gente capturada; ya no tenía noción del tiempo, ni sabía que era real y que no..

Entonces, una de las veces en que volvió, el hombre que entró detrás de él traía a alguien arrastrando, era una mujer, en la penumbra pude ver su esbelta figura y su cabello largo y su manto arrastrado, la escuché llorar y pedir que la soltaran.
  • Mira lo que te traje - me dijo el niño, por supuesto, comunicandose con la mente - esta ramera nos siguió la noche que te capturamos y desde entonces la he tenido en otra habitación.. y tambien me he alimentado de ella... ¿la conoces? - y derrepente todas las antorchas se encendieron, la caverna estaba bastante iluminada
Se trataba de Eris, estaba desgreñada, su ropa estaba convertida en harapos, estaba sucia, me miró y se derramaron las lagrimas de sus ojos.
  • Athán! - gritó desde el suelo donde estaba tirada
  • dejala ir maldito! - grité como pude
  • Ah no! - respondió el niño y soltó una carcajada - tambien necesitaré una sirvienta - siguió sonriendo. 'una sirvienta..' pensé 'pobre Eris, lo que ella tanto odia, parece ser su castigo'..
  • oh si.. un castigo muy merecido - esta vez el niño si habló y volteó a mirarla al suelo - por ambiciosa y por golfa - soltó derrepente, Eris lo miraba aterrada, no podía contener su llanto - devuelvela a su 'habitación'! - ordenó el niño al hombre y éste lo obedeció, sacó arrastrando a Eris y ella gritaba y pataleaba pero todo era inutil, yo me alteré intentaba gritar, rogaba que la soltaran, pero no me salía la voz, ya no tenía fuerzas.
El niño me miró fijamente, se veía muy serio.
  • no soy un niño.. - dijo en voz baja - ... tengo casi quinientos años de existencia.. la verdad ya perdí la cuenta.. - se acercó a mí, paso su mano por mi pecho desnudo, me miró y su sonrisa y mirada lujuriosas aparecieron.. - esta vez, será diferente..
Y clavó sus colmillos en mi pecho, yo veía como los ojos se le tornaban por el mismo placer que estaba sintiendo; el dolor era insoportable, podía sentir como mi sangre era drenada por ese par de colmillos, por ese niño malcriado, ese larvae...
  • ..Que.. ¿Que quieres de mí? - gemí como pude, y sin despegarse de mí pecho, con sus dos manos acariciando mi costado, mi espalda, me respondió con su mente
  • te quiero a mi lado.. para toda la eternidad!
Él había bebido ya demasiado, yo sentía que ya iba a morir; entonces, se despegó de mi pecho, su imagen se hacía borrosa, yo ya no tenía mas fuerzas; ví como se mordió la muñeca y empezó a derramar su sangre, acercó su muñeca a mis labios y dijo - bébe! bébe de mi nectar mi querido Athán! - y eso hice, probé de su sangre, era deliciosa, me prendí de su muñeca flaquita y de piel pálida y succioné, succioné como un muerto de hambre se atraganta con el pan y el agua; era lo más rico que había probado en mi vida, ví en su rostro un gesto de dolor y placer, no me importó, seguí chupando y chupando; y entonces, empecé a ver imagenes, imagenes de otros lugares, desiertos, selvas, ciudades desconocidas de edificios extraños, enormes construcciones con jardines por todos lados, monumentos en el desierto y edificios de forma triangular, vi al niño correr contento, a la luz del dia, saltando y riendo, vi como unos monstruos lo secuestraron en la oscuridad de la noche y lo torturaron y junto con otros niños le hicieron lo que él me había hecho a mi, lo que me estaba haciendo en ese momento; imagenes, tantas imagenes, me mareaban; y entonces como pudo, el niño logró arrancar su brazo de mis labios, y sentí que caí al suelo, no se en que momento se abrieron los grilletes.

Que dolor!.. un dolor tan intenso dentro de mí, sentía que todo se me quemaba por dentro, sentía torzones en las tripas, a veces como si estuviese recibiendo golpes, a veces como si esos golpes fuesen agujas, y el fuego, me calcinaba por dentro; yo estaba en el suelo, retorciendome del dolor, y empece a vomitar, y a expulsar todo lo que mi cuerpo no necesitaba, me estaba desintoxicando y el dolor no paraba.
  • Estas muriendo - dijo el niño, yo solo veía sus sandalias, estaba de pie junto a mí - muriendo para renacer... a la vida eterna!"

8

".. desperté despues de unas horas, creo, tirado en el suelo, desnudo, sobre mis orines y excrementos; sentía mucha sed. Abrí los ojos, y todo se veía distinto.. las antorchas estaban encedencidas y despedían colores que jamas hubiera imaginado que existían, tonos de rojo, amarillo y naranja que danzaban en el fuego, todo se veía tan detallado, podía ver las grietas, y las grietas de las grietas. los diminutos insectos que trepaban las rocas de la caverna en la oscuridad. Podía escuchar a esos insectos arrastrase en la piedra, podía oir la gotera en otra caverna, con mayor intensidad, escuchaba los sollozos de Eris.. y la sed, una sed insoportable! sentía los labios secos, la boca amarga, necesitaba beber!
  • Ahora, mi joven Athán.. - dijo el niño, sentado en el suelo, apoyando sus brazos sobre sus rodillas, recargado en la pared - como yo te creé, me es imposible escuchar tus pensamientos, ni tu podrás escuchar los mios.. - hizo una pausa, suspiró - aun asi, no tengo que leerte la mente para saber que mueres de sed y hambre.. - giró su cabeza y miró hacia la entrada, yo seguía tirado en el suelo, no tenía fuerzas para levantarme a pesar del hedor que había por todos lados, derrepente, me llego un olor delicioso, algo dulce.. y ví entrar al otro vampiro que traía a rastras a Eris.. - te traje algo de beber! - dijo el niño con una sonrisa traviesa
El hombre vampiro lanzó a la débil Eris al charco de porquería que había junto a mi, el olor que la mujer emanaba era delicioso, mi apetito aumentó vorazmente..
  • ¿Qué esperas Athán Deo?.. alimentate! - me ordenó el niño y yo, cegado por el hambre, obedecí. Me lancé sobre Eris, quien pegó un grito, y empezó a llorar y a suplicar, pero yo no la escuché, yo solo quería su sangre; la tomé por el cuello y enterré mis colmillos, Yo tenía colmillos! - bebe con calma - decía el niño, su voz me parecía ahora tan tierna - recuerda no tirar nada, la sangre, es el nectar que nos otorgan los dioses, para vivir eternamente.. - se puso de pie y caminó alrededor de la 'habitación' sin dejar de observarme, con las manos a su espalda - despacio Athán.. - se detuvo un momento, sentía que me miraba como si yo fuese su mascota; bebí un poco mas a prisa, y vi pasar la vida de Eris.. - detente! - me gritó el niño, pero no lo hice, entonces de un solo golpe me aventó hacia la pared - ¿Acaso quieres matarla?
En ese momento reaccioné, ¿Que le habia hecho a mi Eris?.. cuando voltié a verla, a ver al niño, ella estaba muy pálida, tirada en el suelo, no la veía respirar, pero podía escuchar los látidos de su corazón.. latía muy lento.. El niño se arrodilló a su lado e hizo lo mismo que conmigo, se abrió una herida en la muñeca con sus dientes y con la otra mano abrio la boca de Eris y empezó a vertir en ella su sangre; derrepente ella sola jaló el brazo del niño y empezó a succionar, tal y como lo hice yo; me puse de pie y vi los gestos del niño.. si, esto le causaba dolor, pero él lo estaba disfrutando increiblemente.. le pidió que dejara de beber y ella hizo caso, entonces, con una mirada ordenó al hombre vampiro que se la llevara de ahí; ella iba retorciendose, y gimiendo. Veía todo, todo lo que estaba ocurriendo ahí, pero sin razonarlo; derrepente me encontré con la mirada del niño, me miraba a los ojos y despues recorrió mi cuerpo desnudo con una lujuría que me hizo sentir apenado; me sonrió y entonces dijo
  • Ahora tengo mamá y papá..."

9

".. durante las siguientes noches, el niño, nos enseñó todo lo que podíamos hacer; podíamos correr y movernos rapidisimo, nuestra fuerza había incrementado de una forma sobrenatural, nos enseñó a leer los pensamientos de los demás y así fue como discriminabamos a nuestras futuras víctimas; nos alimentamos de los malhechores y enfermos leprosos o terminales.

En un principio yo estaba aterrado, escandalizado, me había convertido en un demonio, me daba asco yo mismo y quería terminar con mi existencia, pero el niño y el hombre, no me lo permitieron; y al contrario, Eris estaba fascinada; conforme nos alejamos de Miscenas y llegabamos a otras ciudades, Eris se hacía pasar por una simple mortal por las noches y como si fuera una mujerzuela se paseaba por las tabernas.

Eris me tenía harto, la libertad que le había dado el ser una inmortal la había cambiado por completo, nunca había sido una mujer sumisa, pero si conocía sus limites, y sus ambiciones las satisfacía con sutileza y usando mentiras y engaños, pero después de convertirse en una lamia era mas descarada, jugaba con los borrachos de las tabernas y los envolvía en fantasias, para despues llevarlos a algun callejón y alimentarse de ellos. Aún así intentaba convencerme de que me amaba, a veces lo intentaba tanto que me empalagaba y había veces que era totalmente indiferente y nisiquiera se daba cuenta de mi existencia. Nunca pude olvidar lo que me hizo, el dejarme por un hombre rico cuando estabamos a punto de casarnos. Y así con ese rencor, pasé dos años de mi vida junto a ella y junto a Urian (el niño) y Alcander (el hombre).

Pero una noche, antes de que ellos se despertaran, me fugué; dejé una nota diciendo que debía estar solo por un tiempo y que pronto volvería; Urian, a pesar de tener mas de 500 años de existencia, seguía comportandose como un niño preadolescente, y había ocasiones que me hacía berrinches, él también me tenía harto.

Me alejé, lleno de ira y rencor, sobre todo a Eris y regresé a Micenas. Una noche de luna llena, ví salir de la taberna a Attis, estaba ebrio, leí en su mente que no había podido soportar el abandono de Eris, al principio, quería creer que algo le había sucedido, pero poco a poco se convenció que lo había dejado; simplemente no lo podía ni quería superar. Entonces me paré ante él, Attis me miró sorprendido, ¿era tanto mi cambio?, mi piel era pálida, mis ojos brillaban como estrellas, mis rasgos eran mas perfectos, estaba rasurado e iba bien vestido.
  • Athán! - gritó y tambaleandose se lanzó a mi dandome un fuerte abrazo - Athán mi hermano! ¿dónde estabas?.. desapareciste... desapareciste la misma noche que mi esposa, y llegué a pensar que tú te habías ido con ella, me hice mil ideas, pero como mi hermano iba a hacerme eso, sé que apenas te había conocido, pero yo siempre sentí en el fondo que tu y yo seriamos hermanos por siempre! - se le derramaban las lágrimas, y en su mente solo estaba una pregunta: ¿dónde está Eris?..
Lo que hice esa noche, mi querida Adara, sigo sin saber si fue correcto o no. Convertí a Attis en uno de los nuestros, y lo llevé a donde estaban Eris, Alcander y el pequeño Urian. Eris se molestó muchisimo, Attis lo único que quería era estar con ella, y cuando ella huyó el se fue siguiendola. Urian se enfuereció, pues le había quitado a su madre; yo solo estaba vengandome de Eris, castigandola dándole una eternidad con el hombre que ella no quería; me dí cuenta que ella nunca me había amado, pues inmediatamente su 'amor' se convirtió en odio, me lo gritó antes de irse, que me odiaba y que nunca me perdonaría lo que había hecho; la ilusa no entendió el por que de mi venganza. La ira de Urian fue tanta que decidió abandonarme, él y Alcander. El hombre me había tomado cariño, a pesar de su imagen dura y que siempre fue un misterio, tenía buenos detalles conmigo; en la cacería era mi sombra y protector; Urian era mi maestro en lo teorico, pero Alcander lo era en la práctica y eso siempre se lo agradecí. Urian no me dijo nada cuando se fue, Alcander solo me dio un beso en los labios y me otorgó una sonrisa, la primera que le había visto en nuestros dos años de convivencia...

.. Me quedé veraderamente solo por primera vez, completamente solo en mi larga existencia como inmortal, y viví mucho tiempo así, solo hasta que me acostumbre..

Esto es lo que soy, Adara, este monstruo.. demonio.. o como quieras llamarme...
Y seguí sin recibir respuesta.. ésta es mi última carta Adara, siempre estaré al pendiente de tí, y cuando quieras saber de mí, solo hazmelo saber."

tuyo
Deón