martes, agosto 25, 2015

DEON 1 capitulo 3



1

- Entonces... ¿eres huérfana? - preguntó el joven mientras besaba y acariciaba a la muchacha en el asiento trasero de su auto
- Si... desde hace 4 años... estuve en un orfanato, pero después escapé
- lo siento... - respondió sin dejar de besar el cuello de la muchacha
- no te preocupes... tu sigue..
- te ves mucho más joven... no pareces de 18 años... - seguía hablando el joven
- ah ¿si?.. ¿De que edad parezco? - preguntó sonriente la muchacha de cabellos negros e intensos ojos verdes
- hmm no se... como unos 15 o 16... ¿En verdad tienes 18 años, Adara?
- Ay... hablas mucho... ¿no quieres hacerme el amor? ¿Acaso no te gusto?
- si! si!.. Mucho!.. Nunca había conocido a alguien como tu!.. Desde que te vi en ese café internet, no he podido dejar de pensar en ti...



Capitulo III
“Adara”

Empezó a llover muy fuerte, era de noche y las cortinas de agua oscurecían mas el callejón donde se encontraban.
- Vamonos - dijo Adara, acomodándose en su asiento, el joven se abrocho el pantalón, salió del auto y subió enfrente
- Wow! se soltó fuerte la lluvia, no? - dijo el muchacho sonriente, Adara era muy seria, solo lo observaba, sus miradas se encontraron y se sonrieron.

Minutos mas tarde, Adara entraba corriendo a su departamento, tratando de resguardarse de la lluvia, abrió la puerta y vio a Mauricio alejarse en su auto. Tomó un baño y se acostó desnuda sobre su cama, tomó de debajo del colchón un pequeño cofre y de él sacó las cartas enviadas por Deón... "ya han pasado mas de dos años" pensó "cumpliste tu palabra, no me haz buscado.." puso las cartas a un lado y se acostó boca arriba; era una noche fresca, agradable; Adara cerró los ojos y la imagen de Deón vino a su mente, como lo vio una noche cuando ella era niña: él sentado en la tina del baño del segundo piso, se pasaba el jabón por el pecho, su cabello estaba cubierto de shampoo y tenía los ojos cerrados, se enjuagó el cuerpo y la cabeza, se puso de pie, totalmente desnudo y se quedó parado volteando hacia el techo con los ojos cerrados, quien sabe pensando en que, mientras su cuerpo se estilaba; Adara pudo ver perfectamente sus anchos hombros, su bien formada masa pectoral, sus brazos fuertes, su abdomen duro y firme, su miembro, grande, grueso, erecto... mientras pensaba en esto, Adara empezó a acariciarse, pasó su mano sobre su pecho y lo acarició, imaginando que era Deón el que la acariciaba, con su otra mano acariciaba su vulva, sus dedos eran largos y finos; sentía escalofríos al contacto de las yemas con su piel...

De repente escuchó un ruido, "Deón!" pensó, pero al incorporarse en la cama, a quien vio parado en la puerta de su recamara, fue a Mauricio, empapado por la lluvia; el joven se quitó la camisa y cerró la puerta de la recamara.


A la mañana siguiente, Adara se despertó con la sensación de ser observada, una vez mas pensó en Deón, al abrir los ojos vio a Mauricio
- duermes como un angelito - le dijo Mauricio con una sonrisa, mientras seguían acostados, desnudos, el apoyado sobre su codo
- no seas cursi Mauricio - dijo Adara, quitándose la sabana de encima, y poniéndose de pie, tomó las cartas de Deón que habían quedado tiradas en el suelo la noche anterior y las guardó en un cajón.
- ¿Qué son esas cartas? - preguntó intrigado Mauricio
- no seas metiche - contestó Adara, tajante. Mauricio la miró en silencio por un momento.
- esta fue tu primera vez... ¿no es así? - Adara estaba sentada en un banco frente al tocador, cepillando su largo cabello negro y volteó a ver a Mauricio que seguía en la cama, pero no contestó
- es hora de que te vayas Mauricio, tengo que arreglarme para ir a trabajar - ella se puso de pie y le ayudo a abrocharse la camisa, le dio un beso en los labios, y casi a empujones, mientras él se ponía el pantalón, lo "acompañó" a la puerta.

De la otra habitación salió Dolores, la pelirroja y pecosa compañera de departamento de Adara
- ¿Se quedó aquí? - preguntó sorprendida Dolores
- sip - contestó Adara mientras entraba a su cuarto tomando una bata que estaba colgada detrás de la puerta y se la ponía
- ¿Él sabe que eres menor de edad?


2

- ...oye, ¿sacas copias? - preguntó un joven que iba entrando al café internet, vestido con el uniforme de la preparatoria
- aja - contestó Adara sin despegar la mirada del monitor de su computadora
- y... ¿a cuanto las das? - el joven se acercó y se recargó en el mostrador
- 25 centavos... - seguía ella tecleando
- y... un beso... ¿a cuanto lo das? - dijo el muchacho en tono burlón, Adara dejó de teclear y volteó a ver al joven con una mirada impaciente
- cuando aprendas a ir al baño y no uses pañales, posiblemente te diga...
- voy! voy! muy grande! muy grande! pss si se ve que eres de mi edad!.. ¿Cuantos años tienes? ¿Como unos 16? - decía el muchacho con los codos sobre el mostrador apoyando su cabeza en sus manos... Adara le dio un leve golpe con la palma sobre la frente del muchacho...
- eso no te importa... - le contestó y volvió a la computadora
- le atinaste! tiene 16! - Dolores, la pelirroja iba entrando y con una sonrisa le contestó al muchacho
- ya ves! yo ya mero cumplo los 17 - dijo el muchacho
- ¿Vas a querer las copias si o no? - Preguntó muy seria Adara
- Yo las saco! - dijo Dolores, tomó las hojas de la mano del muchacho y se metió detrás del mostrador - tu ponte a comer Adara - le dio una bolsa con comida que traía en la otra mano - ... pa que no se te haga tarde para ir a la escuela...

Adara se había escapado del internado a los 14 años... vivió muy poco en las bancas del parque, y a los días conoció a un señor que parecía buena persona que le permitía quedarse en la parte de atrás de su tienda de abarrotes en el centro de la ciudad, pero semanas después, el hombre se le insinuaba y una vez estando tomado quiso abusar de ella; fue en ese tiempo, cuando vivía en la tienda que conoció a Dolores, una joven de 19 años con ganas de salir adelante y de ser independiente. Se hicieron muy buenas amigas y cuando Adara decidió dejar de vivir ahí, Dolores le ofreció que vivieran juntas, Dolores apenas había rentado un departamento y con todos sus ahorros había puesto un café internet en la planta baja de donde vivía.

Desde entonces, Adara vivía y trabajaba ahí, terminó la secundaria abierta y estaba empezando la preparatoria. A diferencia de Dolores, que era muy alegre, amable, inocente e incluso un poco ingenua, Adara era seria, sarcástica, arisca, siempre estaba a la defensiva y no se involucraba demasiado con la gente que la rodeaba, por eso, su única amiga era Dolores. El hacer creer que era más grande de edad, de lo que en realidad era, le daba cierta seguridad y libertad. Y su vida era simple, de su casa al trabajo, después a la escuela y después de regreso a su casa.

Tras mucho insistir, y por consejo de Dolores, aceptó salir con Mauricio, un joven de 23 años que empezaba a ejercer su carrera de abogado, claro, como asistente de algún abogado que era asistente de otro abogado... a final de cuentas, Mauricio era "chalán"... pero le iba bien. Su vida también era simple, solo trabajar y salir con sus amigos.

Pero esa noche, sus vidas "simples" empezarían a cambiar sin darse cuenta...
Esa noche, Mauricio y Adara compartían la cama. Ella estaba recargada sobre el pecho de él, se acariciaban, se besaban...
- Vaya... estoy conociendo tu lado "cariñoso"...- dijo Mauricio, mientras pasaba su mano por el largo cabello negro de Adara...
- Tu y tus comentarios fuera de lugar...- dijo ella, Mauricio rió
- Oye.. y esas cartas que guardaste la otra noche, ¿de quien son? ¿quien te las mandó?
- Como eres curioso!..- Adara se incorporó, detenida en sus brazos observaba a Mauricio con la poca luz que entraba a través de la ventana - eres muy metiche, pareces vieja.. - dijo burlona, se levantó y se fue a tomar un baño.. - puedes acompañarme si quieres - le dijo a Mauricio mientras salía del cuarto...

Mauricio se puso de pie y se dirigió hacia donde Adara había guardado las cartas..


3

- ¿Qué significa esto?
- ¿Qué cosa? - Adara se encontraba parada en la puerta de la habitación, envuelta solo en una toalla, veía a Mauricio que estaba dándole la espalda, sentado en el extremo opuesto de la cama.. entonces él volteo
- estas cartas!... son una broma?! - dijo exaltado, mostrándole las cartas a Adara
- leíste mis cartas!! - Adara se apresuro hacia donde estaba Mauricio, sin importarle que la toalla cayera al suelo, trató de arrebatarle las cartas pero Mauricio se puso de pie y se alejó
- esto tiene que ser una broma! - continuó Mauricio - lo es! cierto??... contéstame!
- piensa lo que quieras! - Adara se retiró, buscó su camisón y se lo puso, mientras Mauricio se sentó y siguió leyendo..
- esto es increíble! - murmuraba Mauricio
- vete a tu casa Mauricio, ya tengo sueño..... si quieres llevate esas cartas
- pero.. ¿quien las escribió? - se puso de pie - esto es.. pura ciencia ficción!
- vete! - gritó Adara y Mauricio la obedeció.

Manejando por las oscuras calles de la ciudad, Mauricio pensaba, no tanto incrédulo o asustado, si no, imaginando, fantaseando si lo que decía en las cartas fuese verdad, como serían esos seres misteriosos que se alimentaban de sangre; que tanto sabrían del mundo y de la historia después de haber vivido tanto tiempo…

... pensaba, en todo lo que podría hacer si el fuese un vampiro… y seguía manejando, casi sin darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor, dando vueltas en la ciudad; hasta que llegó a su casa, y en el balcón de su cuarto, siguió leyendo la historia de Deón.
"¿Existirá Athán Deó realmente?" pensaba y volvía a su lectura…

De repente sintió un escalofrío, "quizá es por el viento, bajó un poco mas la temperatura" pensó; Escuchó un ruido, y cuando volteó ahí estaba... una sombra, una figura.. era .. un hombre..
- Creo que esas cartas no te pertenecen.. - dijo Deón acercándose a Mauricio, quien estaba paralizado, quiso gritar, pero no pudo, Deón se acerco más y más....


4

Empezó a llover..
llovía demasiado fuerte, era una tormenta

Mauricio se encontraba tirado en su cama, débil, con un par de cicatrices en el cuello, su respiración era agitada; seguía conciente y muy asustado. Deón caminaba dando vueltas en la habitación, releyendo sus cartas.
- Entonces, Adara si las leyó. - dijo Deón - …Mauricio, no te asustes.. no voy a matarte....- miró a Mauricio que lo veía con los ojos muy abiertos, las pupilas dilatadas - te estas metiendo con una menor de edad, ¿lo sabías?..- se sentó junto a él - pude ver que eres un buen hombre... vi tus recuerdos cuando bebía de tu sangre... sé que no le harías daño a Adara y eso te lo agradezco..- suspiró... dobló una de las cartas que traía en la mano y la metió en su sobre - .. pero sé que ella te hará daño.. lo mejor será que te alejes de ella.. - se puso de pie
- no! - exclamó Mauricio con una voz que parecía tan solo un suspiro
- no? - preguntó Deón volteando a verlo


Adara se encontraba en su cama, recargada en su cabecera, viendo la sombra de la lluvia y los relámpagos a través de las delgadas cortinas blancas. Se sentía ansiosa, no sabía si había hecho bien al darle las cartas a Mauricio, no sabía que pensaría él; quizá pensaría que era la broma de alguien, pues era todo tan fantasioso, que más que un hecho real parecía una novela. Pensó en que pasaría si Deón se enterara que alguien más había leído sus cartas; conocía tan poco a Deón que no tenía idea de como reaccionaría.

Y entonces, empezó a recordar a Deón; como le gustaba Deón. Sus ojos grandes y luminosos, su cabello suave color negro; recordó una ocasión en que Deón se encontraba acostado en el sillón leyendo un libro, y ella llegó y se paró junto al "brazo" del sillón (donde él tenía apoyada su cabeza) y empezó a acariciar el espeso y oscuro cabello; Deón volteó y sonrió y le dijo que se sentara junto a él; ella lo obedeció y él la levantó con un brazo y la recargó a su pecho; su brazo era muy fuerte, podía sentir la forma de su bíceps mientras la abrazaba; tenía un aliento delicioso, podía sentir la respiración del vampiro en su pequeño cuello; y su voz, era muy seductora y varonil, ella se sentía hipnotizada mientras él le leía el libro.

Abrió los ojos, aun seguía lloviendo a cántaros; se sentía excitada; necesitaba saber que pasó con Mauricio y tomó el teléfono y lo llamó pero nadie contestó; entonces se acomodó en la cama y trató de dormir; soñaba con Deón, los mismos sueños eróticos que la atormentaban durante su pubertad y temprana adolescencia, ahora los disfrutaba; deseaba a Deón.


Mauricio se sentía un poco mejor, Deón había hecho desaparecer las heridas de su cuello con una gota de su sangre oscura; le dio de beber agua azucarada y el joven estaba recuperando la presión; su respiración se normalizaba y con un esfuerzo pudo levantarse un poco y enderezarse sobre la cama. Deón puso unas almohadas a su espalda y se sentó de nuevo junto a él.

- ¿qué paso después... de que tus compañeros te abandonaron? por favor, cuéntame tu historia - dijo Mauricio; Deón lo observó detenidamente, guardó silencio por un momento... sonrió y dijo:
- está bien... te contaré lo que sucedió...

1 comentario:

FUT 16 Coins dijo...
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