martes, diciembre 01, 2015

DEON 1 capitulo 6



“Lecciones”



1


- ¿De que huyes? - preguntó Claudio; se sentó junto a Deón, doblando las rodillas y recargándose en una de las enormes rocas del antiguo templo.
- .. De mi pasado... - Deón observaba como los otros bailaban y juntaban leña para tratar de hacer una fogata.
- Ah! - exclamó Claudio - es bueno dejar el pasado atrás... - Deón seguía ensimismado, observando a las muchachas y muchachos vestidos en harapos, convertidos en inmortales a muy temprana edad. Claudio se dio cuenta de que Deón los observaba...
- ¿te gustan mis "hijos"? - preguntó Claudio e inmediatamente soltó una carcajada.
- ¿tus hijos? - preguntó sorprendido Deón, mirando a Claudio.
- si, todos ellos - dijo Claudio orgulloso.

- Claudio! - se acercó un muchacho de cabellos oscuros - ya esta la leña, es hora de que prendas el fuego!
- Esta vez lo hará nuestro amigo Deón - dijo, dando una palmada en la ancha espalda del vampiro de quien hablaba.
- ¿Yo?.. ¿Que tiene de especial prender el fuego? solo tallas dos leños hasta que la fricción haga que la llama encienda.
Claudio y el otro joven se miraron y soltaron una sonora carcajada
- ¿Qué?! - exclamó Deón mirando a los dos jóvenes
- No vas a prender el fuego con las manos, tonto - dijo Claudio - cuando puedes hacerlo con la mente! - se dio cuenta de que Deón no sabia de lo que estaba hablando -... eres un vampiro de edad muy avanzada... ¿como mil años de edad? ¿cierto?.. A estas alturas tú ya haz desarrollado el poder para encender el fuego...

Deón recordó como Urian encendía las antorchas con solo pensarlo; entonces, Claudio lo tomó de la mano
- Concéntrate en un leño e imagina que estas tallándolo con tu mano, o quizá con otro leño... fija toda tu atención en ello - le dio las instrucciones Claudio

Deón se concentró y la fogata se encendió. Se escucharon gritos de alegría, empezaron a tocar unos tambores y los y las jóvenes danzaron alrededor de la fogata.

- Lo lograste! - exclamó Claudio dándole un abrazo a Deón, quien incrédulo no reaccionó y se quedó parado viendo el fuego.

- Claudio! - dijo otro joven de cabello rizado y castaño - Barbato ha llegado!
Claudio se veía muy feliz, tomó a Deón de la mano y le pidió que lo siguiera. Pasaron por uno de los arcos o puertas del templo y ahí estaba, un joven fornido de cabello negro grasoso, barba crecida.. pero como le crece a los adolescentes, tenía una sonrisa grabada en su rostro y unos ojos cafés muy brillantes.
- Ah! Claudio! - dijo el recién llegado, mientras caminaba hacia ellos - he traído lo mejor que he encontrado! - se hizo a un lado y señalo a sus espaldas; dos jóvenes vampiros detenían a un hombre corpulento, semidesnudo, al parecer, un soldado, golpeado y medio inconsciente - ¿te gusta? - preguntó ese joven que llamaban Barbato.
- Me gusta - contestó Claudio con una sonrisa, se acercó y dio un beso a Barbato en los labios - supongo que trajeron más, para los demás..
- claro! - contestó Barbato - ya vienen en camino!
- muy bien - puntualizó Claudio; Barbato se fue para esperar a sus compañeros que traían a mas victimas

Claudio volteó y miró a Deón; aun seguían tocando los tambores y varios de los jóvenes seguían danzando al rededor de la fogata, otros iban preparándose para lavar a las victimas que iban llegando encadenadas, sujetadas por los mismos muchachos. Deón miraba sorprendido, la pandilla de inmortales no eran mas que niños entre 14 y 17 años, obviamente, Claudio era el líder; entonces sintió la mirada de Claudio y volteó a verlo
- entonces... - dijo Claudio - ¿lo penetras tu o lo hago yo? - con una sonrisa.

2

 
Claudio se acercó a la victima, se paró frente a él y ordenó a los dos jóvenes que lo sujetaban de las muñecas:
- Arrodíllenlo!
y eso hicieron, Claudio lo tomó por la barbilla y le levantó la cabeza..
- Tienes unos ojos muy bellos - le dijo Claudio al cautivo, éste lo escupió
- maldito batalos*! - exclamó el soldado arrodillado, Claudio le dio una cachetada tan fuerte que le hizo una herida en la mejilla y empezó a sangrar. Varios de los jóvenes se acercaron viendo como manaba la sangre, se abrió su apetito y estaban a punto de lanzarse contra el pobre hombre arrodillado
- deténganse! - exclamó Claudio - recuerden como lo hacemos! - entonces, se pincho la lengua con los colmillos y lamió la herida en el rostro del hombre para que ésta desapareciera, después lo beso, su mejilla, sus labios, el hombre veía a Claudio como embelezado; Deón estaba de pie, viendo todo lo que sucedía.

Claudio se arrodillo frente al hombre, lo miraba con ternura, el sujeto no podía dejar de ver a Claudio, parecía hipnotizado, tenía la boca un poco abierta, los ojos muy abiertos y las pupilas dilatadas. Una joven puso una especie de cubeta de madera junto a Claudio, llena de agua y le dio un trapo, Claudio lo tomó, lo empapo con agua y empezó a limpiar el rostro del hombre.
- ¿Es refrescante, no es así? - le dijo Claudio
- ssssi.. - contestó el hombre balbuceando. Con la ayuda de la joven que llevo la cubeta y otra de cuerpo ligeramente bronceado (neófita, al parecer), empezaron a desvestirlo, y pasar trapos de agua fresca por su cuerpo. Lo ayudaron a ponerse de pie y los tres siguieron lavándolo, podía verse que el hombre sentía un gran placer debido a sus gestos, cerraba los ojos, echaba la cabeza hacia atrás mientras una de las muchachas le lamía el cuello, la otra le besaba la espalda y Claudio se arrepegaba a su pecho y pasaba el trapo casi seco por su abdomen.

Deón empezó a caminar alrededor de los 4, lento, observando y tratando de comprender que es lo que estaba sucediendo. Entonces, Claudio se mordió el dedo índice y lo puso en los labios del hombre, acaricio el labio inferior dejando rastro de su sangre en él, después el hombre lamió el dedo, sus ojos se abrieron aun más y jaló el brazo de Claudio para poder introducir mas el dedo a su boca y poder chuparlo.
- ¿Qué estas haciendo? - preguntó Deón sorprendido
- Ambrosía! - exclamó Claudio - el néctar de los dioses! - dijo con una sonrisa viendo a Deón.. - suficiente - dijo con ternura Claudio al hombre y sacó el dedo de su boca, las mujeres vampiro se apartaron y Claudio tomó al hombre de la mano y se dirigieron a otra parte de las ruinas del templo, que estaba solo; antes de entrar, volteó hacia donde estaban los jóvenes
- Que siga la fiesta! - haciendo un ademán, y luego miró a Deón, quien seguía confundido - ven Deón... quiero enseñarte algo..- Deón siguió a Claudio y el hombre "hipnotizado".

* Batalos = afeminado


3

 
Entraron en una especie de habitación, que ya había sido acondicionada por los jóvenes seguidores de Claudio. Había antorchas en las paredes y en el centro varias pieles de animales cocidas como si fuesen un colchón relleno de paja; junto a una pared, sobre una madera, como si fuese una mesa sin patas, estaban varias copas de plata y una jarra con una bebida extraña muy oscura.
- Acuéstate - ordenó Claudio al musculoso hombre, éste lo obedeció - Ven Deón, y lo jalo del brazo, ambos cayeron de rodillas uno a cada lado del hombre - ¿A caso no es muy bello nuestro soldadito? - dijo Claudio sonriendo y acariciando el fornido pecho del hombre, que se encontraba en éxtasis debido a la sangre del joven vampiro
- ¿Que estas haciendo? - preguntó consternado Deón
- Vamos a hacerle el amor al soldado! - dijo Claudio
- pero... pero... no podemos!
- claro que podemos!..- Claudio hizo una pausa, su rostro cambio de jubilo a la sorpresa - ¿a caso nunca has hecho el amor siendo inmortal?
- No.. No se puede - dijo Deón

Claudio soltó una carcajada - por supuesto que se puede!! - exclamó - Al principio, cuando nos hemos convertido en inmortales, nos enfocamos en la sangre, es lo único que nos causa placer, es la única hambre que sentimos, lo único que deseamos; perdemos el apetito sexual, hay fascinación por la sensualidad, nos gusta acariciar a nuestras victimas, sentirlas nuestras, pero jamás pasa por nuestra mente que podemos amarlas, al menos no de una forma carnal - Deón lo veía con atención - Somos adictos - continuó Claudio - como un adicto al opio no encuentra placer en otras cosas, como el caminar bajo la luz de las estrellas, sentir el agua fresca del mar en un día caluroso, solo el opio o cualquier otra droga puede causar esa sensación, o al menos eso creen.. Nosotros somos adictos a la sangre - sonrió de nuevo y se inclinó para besar un pezón del hombre, miró a Deón - vamos! inténtalo!
- si! inténtalo - balbuceo el hombre que también sonreía como si se encontrase drogado, sus mirada se perdía en el infinito.

Deón se inclinó y beso los gruesos y delineados labios del soldado, éste levantó el brazo y lo paso por la espalda de Deón, Claudio empezó a acariciar las velludas piernas del hombre, subió por la entrepierna y encontró los testículos; mientras Deón seguía besando al hombre y el roce de su pesada mano por la espalda le causaba un escalofrío. Se enderezó de repente.
- No puedo - dijo muy serio mirando a Claudio, que acariciaba el erecto pene del soldado.
- Ah! sé lo que necesitas! - y miró hacia la entrada, como si estuviese llamando a alguien con la mente; enseguida aparecieron las dos jóvenes que anteriormente habían ayudado a lavar el cuerpo del hombre - Roxana, Ambusta.. quítense las ropas! - ordenó, éstas lo obedecieron, y enseguida, se acercaron; Roxana, de piel blanca, labios rosas, ojos color miel.. con una mirada muy dulce, mejillas sonrojadas, pues recientemente se había alimentado y la sangre fluía dentro de ella; cabello castaño color oro que caía en delicados caireles hasta su cintura se sentó a espaldas de Deón y empezó a desvestirlo; Ambusta, la vampira nueva, que aun no había perdido del todo el moreno color de su piel que había tenido en vida, se acercó al soldado y empezó a lamerle el pecho.

Entre besos y caricias, el soldado se puso de pie, Claudio le acariciaba la ancha espalda, Ambusta le besaba el cuello. Roxana se esforzaba por excitar a Deón y el se dejaba querer, acariciaba las curvas de sus caderas, besaba los redondos senos de Roxana mientras ella apretaba el rostro de Deón contra su pecho y pasaba su mano por su nuca acariciando la melena de color negro. Deón lamía por entre medio del pecho de la mujer vampiro, su olor a flores le encantaba y en eso..
- ou! - exclamó Deón sorprendido; Claudio se encontraba penetrando al soldado mientras éste penetraba a Ambusta, un trío de placer que se mecía, entre gemidos y risas.
- Tu primera erección como inmortal! - exclamó Claudio, mientras seguía en el baile con el fornido soldado y Ambusta
- ¿Que esperas amor? - preguntó Roxana con una voz ronca y sensual
- felicidades! - gritó el soldado, cuyo gozo se incrementaba por haber probado la sangre de un vampiro; abrazo a la morena apretándola contra su cuerpo - vamos mujer! gime!

Deón le acarició el rostro a Roxana, ésta le sonrió, y entonces ella paso sus brazos alrededor del cuello de Deón, rodeo la cintura del hombre vampiro con sus piernas ( se colgó de él) y Deón la hizo suya; entró suavemente, con sus brazos fuertes la sostenía de las nalgas y la mecía para que entrara y saliera.. Se besaban intensamente, sus lenguas bailaban y luchaban; el seguía dentro y besaba el cuello suave de Roxana, le mordía los hombros mientras ella clavaba sus uñas en la ancha espalda del vampiro.
- ¿eyacularé? - preguntó Deón mientras la besaba
- quizás... - contestó ella, entre beso y beso
Deón se fue inclinando hacia atrás, Roxana hizo lo mismo quedando los dos como si formasen una "Y".. ella con sus piernas alrededor de Deón, el de pie. Los jalones y jadeos eran mas fuertes, ella estiraba su cabeza hacia atrás debido al placer y se aferraba a los bien formados pectorales de Deón, él la sostenía aun de las nalgas, y metía un dedo a su ano, la velocidad de sus movimientos aumentaba. Estaban llegando al éxtasis, cuando de repente, de re ojo, Deón vio a Ambusta y el soldado tirados en las pieles y sintió las suaves manos de Claudio subir por su espalda y luego pasar por debajo de su axila para acariciarle un pezón y juguetear con los vellitos de su pecho. Roxana se puso de pie, pero seguía en la misma posición, como si tratase de que el miembro de Deón entrara aun más en su cuerpo. Con la otra mano, Claudio exploró los glúteos de Deón mientras le besaba la espalda alta, y entonces arremetió en Deón, quien pegó un grito de placer y al mismo tiempo sintió como si se viniese dentro de Roxana, ella gimió y parecía como si se hubiese quedado tiesa, estirándose lo mas que podía, con la boca abierta.. los ojos cerrados... si no fuera por que Deón la sostenía con fuerza, ella habría caído hacia atrás; volvió a enderezarse y pasar los brazos alrededor del cuello de Deón, se estiró un poco y beso su cuello, luego beso a Claudio en los labios, que parecía estar oculto detrás de los anchos hombros de Deón, mientras empezaban a mecerse de nuevo.

Duraron casi toda la noche, entregados a eso que era algo nuevo para Deón; intercambiaron de parejas, y de vez en cuando, Claudio o alguna de las jóvenes le daba de beber al soldado de la jarra que había en uno de los extremos, era sangre vampírica, que lo hacía alucinar y despertaba su lujuria. Roxana y Ambusta se acariciaban mientras los tres hombres se masturbaban. Deón le hacia el amor al soldado, Claudio a Roxana, Ambusta le mordisqueaba el trasero a Deón y manoseaba su duro miembro.

Faltaba quizá una hora para amanecer. Los 5 estaban tirados en las pieles, abrazados, acariciándose; el soldado parecía ya formar parte del pequeño clan.
- Debemos encontrar un lugar donde pasar el día - dijo Roxana en un murmullo, su voz ronca era muy sensual, jugueteaba con su cabello mientras Deón le lamía un seno.
- Conozco el lugar perfecto - dijo Claudio con una media sonrisa, mientras Ambusta acariciaba su lampiño pecho
- Entonces.. - dijo el soldado - mañana en la noche, ¿seguiremos con esto?
En el exterior, hacia rato que los tambores habían dejado de tocar; dentro de la pequeña habitación no habían logrado escuchar la masacre que se llevó a cabo en el exterior.

Nadie le contestó al soldado, Claudio simplemente se puso de pie, el soldado después de él y Deón los siguió. Roxana y Ambusta solo se recargaron en sus codos para observar. Salieron de la habitación y la cara le cambió al soldado, era ahora un gesto de terror el que exponía. A pesar de la densa oscuridad, gracias a la fogata aun podía verse que había regados por todo el templo, soldados mutilados, destazados, con rostros de angustia y desesperación. Algunos jóvenes vampiros aun estaban aferrados a sus victimas, que pataleaban e intentando articular palabras pedían misericordia. Claudio observaba todo sin expresión alguna. Deón no podía dejar de sorprenderse.
- Mañana en la noche..- dijo Claudio al soldado asustado - nosotros si seguiremos con esto... tú... no- y con un empujón regreso al soldado al interior.

4

 
- Roxana! Ambusta! Averigüen quien permitió que esto sucediera! - ordenó Claudio. El soldado estaba aterrado recargado en una de las paredes, con los brazos extendidos como si tratase de escapar empujando la enorme piedra; las mujeres salieron.
- ¿Por que paso eso? - preguntó Deón - ¿es .. normal?.. ¿es esto lo que ustedes hacen?
- No - contestó Claudio mientras veía al horrorizado soldado - nunca hacemos esto.. predicamos el placer, siempre buscar toda clase de placer, sin hacer daño a los demás..
- Pero aun así matan! Necesitan matar! - exclamó Deón - es incongruente.. - entonces notó como las miradas de Claudio y el soldado se encontraban y como la expresión del soldado cambió, como si de nuevo estuviese hipnotizado y ahora estuviese viviendo el momento mas feliz de su vida, parecía no estar ahí presente, su mente estaba en otro lado. Claudio se acercó, lo tomó por los hombros y le dio un abrazo, el soldado seguía ausente, Claudio lo besó y enseguida clavó sus colmillos. Cuando terminó de beber su sangre, lo soltó y el soldado cayó muerto.
- Ves.. no sufrió, al contrario, murió sintiendo mucho placer, siendo feliz - dijo Claudio mirando a Deón
- ... pero.. ¿Cómo?
- Ah, Deón! eres mucho mas antiguo que yo y sin embargo te falta mucho por aprender..

Salieron juntos de la habitación, Claudio miró a dos jóvenes y éstos inmediatamente entraron a recoger el cadáver y se lo llevaron, Claudio les había dado órdenes por telepatía. Roxana se acercó a Claudio
- fue Barbato.. - le dijo
- Ya tiene tiempo rebelándose, y los demás se dejan manipular..
- ¿Qué vas a hacer? - preguntó Deón

Claudio no contestó... avanzó seguido por Deón y se acercó hacia un grupo de vampiros que reían y platicaban, Barbato era el centro de atención ahí. Claudio lo miró muy serio.
- ¿Qué pasa Claudio? - preguntó Barbato riendo
- Ya no eres bienvenido entre nosotros - le contestó
- ¿He hecho algo mal? - preguntó Barbato sorprendido - solo he hecho lo que tu nos has enseñado.. ir en busca del placer..
- Sádico! - le gritó Claudio; Barbato trató de acercarse a Claudio, era un poco mas alto que él, mas fuerte físicamente, su cabello negro grasoso caía en enredados bucles casi hasta los hombros y se unían con su incipiente barba. Claudio dio un paso atrás.
- No huyas de mi Claudio - suplicó Barbato; Claudio se dio la vuelta y caminó rodeando la fogata, volteó y ordenó:
- Todos diríjanse a la gran bahía, es ahí donde nos refugiaremos! - después miró a Barbato; Claudio había tomado una decisión.. empezó a caminar hacia él sin despegar la mirada de sus ojos..

- No!! - empezó a gritar Barbato, haciéndose hacia atrás, tratando de huir.. pero se topó con el muro y no pudo avanzar mas - deja de jugar con mi mente!! - Claudio seguía caminando hacia él sin dejar de verlo - déjame!! nooo!! - gritaba Barbato como loco, meneando los brazos como si un enjambre de abejas lo atacara - no voy a caer! no voy a ceder!!! esos jardines no son reales!!! no estoy junto a un río!! no puedo ver la luz del sol!! es mentira! déjame! - se repegaba al muro. Claudio estando cerca, solo estiro un poco el brazo hacia el suelo, sin dejar de caminar, para tomar la espada gladius de uno de los soldados muertos - Nooo! nooo! - seguían los gritos
- ¿Qué vas a hacer? - preguntó Deón, como saliendo de un ensueño y avanzó detrás de Claudio

Barbato no pudo más, cayó en la fantasía creada por la mente de Claudio, dejó de moverse y su mirada cambió, una sonrisa se dibujo en su rostro y parecía haberse llenado de paz. Claudio le arrancó los harapos dejándolo desnudo, el miembro de Barbato se encontraba erecto, Claudio lo tomó con una mano y...

- Claudio!! - gritó Deón al mismo tiempo que con la espada Claudio castraba al rebelde.

5

 
No eran más que niños, cuyas emociones y reacciones iban de un extremo a otro.
Claudio lanzó el pene de Barbato al fondo del mar o eso fue lo que dijo a todos, y Barbato se volvió callado y sumiso en un principio; noches después, su odio hacia Claudio, su creador, era tanto que prefirió desaparecer.

- Me equivoque - le dijo Claudio a Deón una noche - me dejé llevar por la energía que proyectaba Barbato.. su espíritu de aventura... y si.. siempre vi su rebeldía, su maldad... - hizo una pausa - es malo, Deón.. siempre recibí quejas de él.. incluso de sus hermanos vampiros...

Claudio estaba muy arrepentido.. de haberle hecho lo que le hizo a Barbato.. no solo el castrarlo.. sino haberlo convertido en inmortal. Pasó las siguientes noches solitario, a veces buscaba la compañía de Deón, pero en general, vagaba por la isla como alma en pena.

Deón se quedó con ellos, conoció a cada uno de los "hijos de Claudio" y práctico mucho sus habilidades recién descubiertas: el don del fuego y la capacidad de conseguir placer no solo por medio de la sangre.

Roxana fue la principal compañera de Deón en esa época. Hicieron el amor en cada esquina de la pequeña isla y parecía que nunca se cansarían.

Una noche, ya que los jóvenes habían regresado de alimentarse en la cercana Sicilia, juntaron leña para la fogata, Claudio apareció sobre una roca y la fogata se encendió. Todos voltearon a mirarlo y Claudio les respondió con una sonrisa. Los tambores empezaron a tocar y todos bailaron. Claudio de un salto, bajo de la alta roca y tomó a Deón de la mano y a Roxana con la otra y danzaron, brincaron y dieron piruetas alrededor de la fogata. Todo parecía haber vuelto a la normalidad.

Mientras la fiesta continuaba, Claudio llevó a Deón a la roca más alta de Hagar Qim.
- déjame adivinar.. - dijo Claudio, sus ojos azules brillaban como estrellas - Nunca haz volado..
- ¿volar?
- cierra tus ojos.. e imagina que te elevas.. - Deón obedeció - ésta es otra forma de encontrar placer.. sientes el viento que acaricia tu rostro... la ligereza de tu cuerpo al flotar... - Deón dejó de sentir el suelo, seguía agarrado de una mano de Claudio y cuando abrió los ojos, sintió vértigo al ver que la fogata se encontraba lejos, debajo de ellos.. El viento era mas fresco, su melena bailaba al igual que su sucia toga - ahora, impulsémonos.. vayamos hacia aquella isla - volaron hacia el noroeste alrededor de un par de islas; Claudio soltó a Deón y éste poco a poco pudo estabilizarse y volar solo. Casi antes de amanecer regresaron al campamento.

La fogata seguía encendida, pero ahí no había nadie; Claudio y Deón buscaron a los demás jóvenes, caminaron hacia una playa y fue Ambusta quien los encontró
- ¿Dónde están todos? - preguntó Deón; Ambusta miraba a Claudio, tenía cara de susto
- E...es... Roxana - dijo nerviosa dirigiéndose a Claudio.

6

 
Estaban todos en círculo, arrodillados en la arena, llorando, cuando Claudio, Ambusta y Deón llegaron. En el centro, se encontraban varios trozos de algo calcinados. Los ojos de Claudio se llenaron de lágrimas de sangre (pues sangre es lo que lloran los vampiros) y se tiró también de rodillas como los demás.
- Roxanaaaaa! - gritó sintiéndose impotente

Los trozos eran partes del cuerpo mutilado de la joven vampiro.
- Fue Barbato - dijo uno de los jóvenes - estoy seguro de eso!

Deón recordó que la sangre de vampiro podía curar no solo heridas, sino mutilaciones, y con una piedra filosa cortó sus venas y roció su sangre sobre los restos quemados, pero todo fue inútil.

No se supo de Barbato, ni siquiera había forma de comprobar que había sido él. El clan que antes había estado lleno de alegría poco a poco se fue disolviendo. Los jóvenes empezaron a tomar su camino y muy pocos seguían al lado de Claudio.
- Todo esto fue tu culpa! - le dijo el joven de cabellos chinos castaños a Deón - Barbato se lleno de celos cuando tú llegaste!
- Pero el ya antes se había portado mal - dijo Deón con voz pasiva
- Pero nunca había hecho algo semejante! Eres tu quien vino a echarlo todo a perder! - a lo lejos, Claudio solo lo observaba, parecía como si estuviera de acuerdo con el joven.

Esa noche Deón se fue, viajo al norte.
El viento estaba tan frío que Mauricio sentía que le ardía el rostro; no podía dejar de mirar al inmortal que lo visitaba esa noche en la azotea del edificio donde vivía Adara.
- ¿Entonces?... - dijo Claudio - ¿Que decides?
- Acepto - dijo Mauricio. Claudio sonrió.

lunes, noviembre 09, 2015

DEON 1 capitulo 5



”Huimos”




1


... Ante muchas situaciones, en las que pensamos que reaccionaremos diferente, por una u otra razón lo único que se nos ocurre hacer es huir... Nos creemos mas valientes, creemos que podemos enfrentar lo que sea, e incluso cuando sabemos que cierto evento va a suceder, nos programamos para reaccionar de una manera digna... pero llega ese momento y lo único que hacemos... es huir...

Espere con ansias reencontrarme con él, y aunque fueron años de esta lucha interna, en que el rencor y el orgullo no me permitía buscarlo, enfrentarlo, verlo cara a cara, por fin me había convencido de que era lo mejor; por meses ha sido lo que mas he deseado, reencontrarme con Deón.. Y llegó el momento y lo único que pude hacer es huir...

Ha dejado de llover, se que él no me sigue, por que ya es de día... y Mauricio, estaba demasiado débil; hubiera querido quedarme con él y atenderlo, seguramente fue Deón el que lo dejo asi... ¿Y si lo mató?.. quizá lo estaba atormentando y torturando por haber tomado sus cartas... no debí dejarlo...

La gente me mira como si yo fuera una loca por ir corriendo empapada, sin importarme pasar por los charcos y hundirme hasta las rodillas en las aguas sucias que recorren las calles debido a la gran tormenta de anoche...

Mi cabello se mueve agitado y de repente me golpea la cara, como si fueran latigazos debido a que aun sigue húmedo... no se por donde voy...

Tropiezo con la gente, ya casi llego al centro de la ciudad; hay muchos estudiantes que se dirigen a la escuela, gente que va a trabajar, y yo soy la loca sucia y mojada que corre por las banquetas, como si me persiguiera el diablo; he de tener una cara de espanto; la forma en que me ven, me hace darme cuenta de eso...

Una anciana trato de detenerme y me pregunto si estaba bien, creo que le di un empujón para seguir corriendo, no fue mi intención lastimarla... necesito huir...

Cada vez me es mas difícil correr... las calles están llenas de carros y gente que me detienen, mi corazón late muy rápido... me detengo en una esquina por culpa de un semáforo... estoy temblando... no puedo mas y suelto el llanto... Lo vi... vi a mi Deón!

Si... soy una loca... como puedo sentir esto por él... él que me considera su hija... pero ¿Qué es lo que siento?... estoy obsesionada por un inmortal... un ser que solo existe en las novelas de terror... estoy loca... esto no es real...

El semáforo cambio y corro... me seco las lágrimas pues no me dejan ver bien el camino... El señor de la tortillería está barriendo la banqueta...
- ¿Estas bien muchacha? - preguntó un poco asustado... ¿tan mal me veo?..

Por fin llegué al departamento... es tanta mi ansiedad que no puedo abrir la puerta... me tiemblan las manos, se me cayeron las llaves... una vez mas lo intento... ya abrí... no puedo dejar de llorar... Dolores salió de su habitación, bostezando y estirándose, la desperté con el ruido que hice con la puerta.... en cuanto me vio sus facciones cambiaron, esta asustada...

- ¿Qué pasa? - me pregunta sorprendida, la abracé... y con mi voz quebrada por el llanto, la ansiedad, la agitación y cansancio de tanto correr... le contesté
- Estoy enamorada!

2

"Salí huyendo de Egipto, fue una experiencia traumática; luché contra un demonio de verdad; tuve sentimientos encontrados por la joven desquiciada que me tenía prisionero... extrañé a Eris... mi Eris...

Viajé al oeste y harto del desierto decidí ir al norte, en busca del mar... inclusive a la sombra de las noches el calor era insoportable... me alimenté de los animales del desierto y de algunos beduinos... no me importo si eran inocentes o no, lo que quería era tener fuerzas para salir de Africa... ¿y si los vampiros no habían logrado acabar con Seth?.. ¿Y si él venía siguiéndome?.. el pánico me invadía... siempre me visualice como un hombre valiente... incluso ante circunstancias de mucha tension he podido reaccionar favorablemente... insisto, no se si los vampiros tenemos adrenalina, pero es la unica forma en que me puedo explicar el como logre vencer a ese demonio... miedo... miedo es lo que sentía... el miedo me hizo fuerte... era como si me enfrentace al sol, y yo luchara aun que me estuviese quemando y cayendo en pedazos de ceniza...

No se cuantas noches pasaron hasta que llegué a la costa... no se como crucé el mar, creo que hice una balsa, o nade... no lo recuerdo, han sido un par de milenios desde que paso eso....

Me refugié en una pequeña isla en medio del Mar Mediterráneo, la transformé en mi hogar y me alimenté de los habitantes... en esos años o siglos no tenía conciencia... acabe con la tribu y despues... solo me dedique a dormir.. por siglos...”

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Adara estaba sentada en el sillón con una toalla enredada en el cabello y tapada con una cobija ligera; Dolores le dio un té y se sentó junto a ella...
- ¿Cómo que estas enamorada? ¿Por eso llegaste tan asustada?.. el amor no es nada de que asustarse, deberías dejarte querer, no tiene nada de malo - Dolores podía hablar y hablar sin necesidad de que le contestasen sus preguntas, así era ella, sola se contestaba, Adara le daba un sorbo a su té y la observaba - Mauricio es un buen hombre... y no estoy diciendo que te cases con él, apenas eres una escuincla, o sea, eso de casarse a los 16 años es MUY del siglo pasado... y ademas estas estudiando y quieres tener una carrera, aun tienes muchas cosas por hacer... pero sé que Mauricio te tiene paciencia, si.. vaya que la tiene, con ese carácter endemoniado que tienes debe ser un hombre MUY paciente y debe quererte mucho, entonces, si el hombre te quiere, ¿por que te asusta estar enamorada? ¿porque?

Adara estaba mas tranquila, a pesar de lo desesperante que podía ser a veces Dolores, su compañía siempre le daba seguridad, como si estuviese con su madre... o... mas bien, debido a la diferencia de edades, como si estuviese con su hermana, la que nunca tuvo.. si... eso era... Dolores era como su hermana mayor y como tal la respetaba y la escuchaba. No respondió... Dolores se quedó callada por un momento solo viéndola... y entonces continuó...

- No!... ¿no me digas que te propuso matrimonio?.. pero es muy pronto! apenas si se conocen!.. además, cuando se entere que le mentiste con lo de tu edad se va a molestar mucho!.. Eres menor de edad!! Aunque.... yo podría firmar como tu tutora.. tú tutora! ¿no haz pensado en dejar de hacer esa firma falsa de esa persona falsa que supuestamente es tu tutor y dejarme a mi serlo? yo sería una gran tutora.. ¿no crees?
- No estábamos hablando de eso - dijo secamente Adara
- Ah! si! hablábamos de tu boda!! ¿se casaran solo por el civil?... o ¿por la iglesia?.. es un paso muy importante.. sobre todo por la iglesia, por que es más difícil divorciarse, y no estoy diciendo que ustedes vayan a divorciarse.. digo.. Mauricio te adora! pero..... - hizo una pausa... - ¿Eres católica? ...
- Dolores... no se como es que puedo vivir contigo... - se puso de pie, dejó la taza vacía en la barrita de la cocina y se metió a su habitación cerrando la puerta.

- Voy a estar en el café internet! - gritó Dolores detrás de la puerta y se fue


En la tarde, Adara seguía en su habitación. Dolores la llamó para decirle que no era necesario que fuera al internet, ella se haría cargo el resto del día. Cuando colgó el teléfono escuchó un ruido en la sala.. el miedo la paralizó al grado que no pudo inferir que por ser aun temprano, Deón no podía buscarla.

La puerta de la habitación se abrió y Mauricio asomó la cabeza
- ¿Estas bien?

Ella no contestó, le daba gusto verlo vivo... pero al mismo tiempo, se sentía incomoda en su presencia, vulnerable, como si él hubiera descubierto su mas grande secreto, aunque en realidad no era así; Mauricio no sabía lo que Adara sentía por Deón, ese era su gran secreto. Aun así no dejaba de sentirse peor que si la hubiera encontrado desnuda.

Él entró y sentó junto a ella, con los pies sin zapatos sobre la cama y recargado en la cabecera, la abrazó y le dio un beso en la sien..
- Quiero ser vampiro - dijo él con una sonrisa en los labios.


3

- Estas loco! - Adara se puso de pie y fue hacia su tocador para cepillarse el cabello
- ¿por que?.. imagina.. poder vivir eternamente! conocer el mundo, ver como se hace la historia!
- Eres un estúpido soñador! todo eso es fantasía! ¿Tu crees que Deón es feliz?.. teniendo que ocultarse en el día, teniendo que alejarse de la gente a la que ama por miedo a que alguien le haga daño... ¿si leíste las cartas no? - Adara estaba exaltada - Mi madre murió por culpa de Deón!! - los tirones que daba a su cabello con el cepillo eran cada vez mas fuertes y rápidos, hasta que dejó caer el cepillo al suelo; Mauricio se dio cuenta de lo insensible que había sido su comentario, no había tomado en cuenta la muerte de Julia y el sufrimiento que esto le causaba a Adara.

Se puso de pie y trato de tomarla en sus brazos, pero Adara estaba muy molesta y empezó a forcejear
- Suéltame! no quiero verte! no quiero estar con un desquiciado como tu!
- Perdóname - suplicaba Mauricio mientras trataba de detener sus manotazos y la tomaba de los brazos para apretarla a su pecho - no fue mi intención, soy un estúpido, perdóname!
- suéltame!

Siguieron forcejeando, hasta que Mauricio pudo detenerla, abrazándola completamente y atrapándola entre sus fuertes brazos y la beso.. la beso en los labios, y al principio ella se resistió e incluso lo mordió, pero esto solo hizo que Mauricio la deseara más y la apretaba contra él y la besaba y poco a poco fue relajando el abrazo y ahora acariciaba la delgada figura de Adara; ella pasaba sus manos por su pecho y desabotonaba la camisa. No podían dejar de besarse, como si estuviesen hambrientos y necesitaran alimentarse el uno del otro.

Le quitó la camisa, él a ella la blusa. Se detuvieron, se separaron.. se miraron a los ojos, Adara ardía de pasión y también Mauricio; sin dejar de mirarse se quitaron los pantalones y entonces ella por un impulso se lanzó a sus brazos, el cayó de espaldas a la cama, y ella se arrodillo poniendo cada pierna a los lados de las de él. Su miembro estaba erecto, grande y duro, con una mano ella empezó a acariciar los testículos suavemente, él solo la veía. Pasó suavemente las yemas de los dedos por entremedio de los genitales y subió lentamente acariciando el pene. Mauricio entornaba los ojos debido al placer. Ella paso sus suaves manos por el delicioso abdomen del hombre y subió hasta el pecho.. se acomodó sobre él y dejó que la penetrara.. ella lo montó como si fuera él un toro, se acariciaban, ella se recostaba sobre su ancho pecho y lo besaba, besaba sus pezones, sus hombros.. su cuello.. su barbilla.. la barba le picaba y eso la enloquecía.. sus labios.. Mauricio besaba muy bien..

Se quedaron acostados, Adara sobre el pecho de Mauricio, él acariciaba su cabello..
- Tengo miedo de que esta noche él venga - murmuró Adara
- Yo estaré aquí.. yo te cuidaré - le contestó Mauricio - además, él no te haría daño, él te quiere..
- Por su culpa murió mi madre.. no quiero verlo! - pero era en realidad la culpa que sentía ella, al amar y desear al hombre que de niña vio como a un padre, lo que la atormentaba y la hacia querer salir huyendo..

Empezaba a oscurecer, Mauricio se quedó dormido, abrazando a Adara; ella no podía dormir, no podía dejar de mirar hacia la ventana..


4

"Shemei.... Eris... si se parecían mucho..
Y por los siglos de los siglos.. Eris huyó de su marido Attis.. pero no lograba perderlo.. según sé.. hubo épocas en que ella intentó convivir con él, trataba y trataba de soportarlo.. pero de repente volvía a huir..

Pero mientras estuve en la pequeña isla no supe de ellos.. aun no era el momento de reencontrarnos..

Adara.. saliste huyendo tan asustada, como si yo fuese a hacerte daño.. mi Adara.. si realmente supieras cuanto te quiero.. que bella te haz puesto... mucho mas bella que Julia..."


Esa noche Adara no pudo dormir, esperaba la visita de Deón, pero él nunca llego... paso una semana y ella seguía igual, con sentimientos encontrados, quería verlo y al mismo tiempo no. Deón seguía igual que cuando ella era niña, su piel blanca y firme, sus ojos deslumbrantes color verde, su sonrisa cautivadora, su cuerpo alto y majestuoso, de espalda ancha y brazos fuertes que eran ceñidos por la camisa negra..

Mauricio pasaba las noches con ella, y ella no podía evitar pensar en Deón cuando ellos hacían el amor.

También Mauricio tenia sentimientos encontrados con respecto a Deón, por un lado, no quería que volviese, pues temía que alejara a Adara de él; pero su curiosidad por los "eternos" era mucha, en el fondo, él realmente deseaba ser un bebedor de sangre... se había vuelto una obsesión, no podía dejar de pensar en ello, e incluso había momentos en el día en que se olvidaba de Adara y su necesidad de protegerla, hasta que volvía a verla.

Las noches en que Adara se quedaba mas tranquila y podía dormir, Mauricio solía subir a la azotea con la esperanza de que Deón estuviese ahí y le contara mas de su historia, y quizá, tuviera un poco de piedad, y lo convirtiera en vampiro.

Habían pasado ya casi dos semanas y no había noticias de Deón. Mauricio decidió recorrer las calles en la madrugada; se veía pálido y ojeroso; frecuentaba a Adara pero ya no era por protegerla, sino para saber si Deón había vuelto. Adara empezó a notar el cambio de Mauricio, aunque trataba de no darle importancia; y con los días que pasaron se hizo mas a la idea de que Deón respetaría su decisión de no verlo como siempre lo había hecho, empezó a sentirse mas tranquila.

Pasaron más días y Adara volvió a su rutina, Mauricio dejó de frecuentarla, quizá solo iba un día a la semana; se volvió mas serio y "en-si-mismado". y una de las noches en que durmieron juntos, en la madrugada, Mauricio salió del departamento de Adara y subió a la azotea de nuevo; esta vez, sentía que algo lo llamaba.

Quizás era el viento, pero parecía un murmullo. Mauricio subió y volteó a todas partes. Había un aroma en el ambiente, como incienso. La noche estaba despejada, las luces de la ciudad lo invadían todo y no permitían que se vieran todas las estrellas. Algo o alguien llamo a Mauricio para que se acercara a la orilla; y entonces, detrás de él..
- vaya, eres una obra de arte!

Mauricio volteó, pero solo miro una silueta que desapareció; no fue en sí que desapareció, pero su movimiento fue tan rápido que de repente, ese ser estaba parado junto a él.

5

- no te alarmes - dijo el extraño - sé que has estado buscando a uno que es como yo...
- ¿e…eres.. vampiro? - preguntó asustado Mauricio
- si que lo soy - contestó, estaba parado justo enfrente de él; el extraño era rubio, su cabello era casi blanco, muy delgado, media aproximadamente 1.70, sus ojos de un azul claro brillantes como el agua del Caribe - mi nombre es Claudio y yo podría darte lo que más deseas - esbozó una sonrisa. Mauricio lo veía estupefacto


Después del reencuentro con Adara, Deón decidió dormir por un tiempo, supo que ella aun no estaba lista para hablar con él.. esas noches y días solo le trajeron recuerdos, asociados con la parte de su historia que le había contado a Mauricio..

Paso mucho tiempo durmiendo en esa isla, después de su experiencia en Egipto; Rómulo y Remo nacieron en la cercana Italia y la ciudad de Roma fue fundada; pronto se inició la exploración e invasión romana del mundo conocido y la pequeña isla donde Deón descansaba fue poblada de nuevo.

Una noche, Deón despertó y justo saliendo de su refugio debajo de las ruinas de Hagar Qim, fue sorprendido por una multitud, un muchacho se acercó.
- vaya, eres una obra de arte!..- el muchacho sonrió y le tendió la mano a Deón - mi nombre es Claudio, ¿Que haces aquí?

Deón lo miró, vio alrededor, aproximadamente 20 muchachos y muchachas, de nuevo vio a Claudio
- estoy huyendo...