domingo, abril 29, 2007

Las Noches de Deón 2.7

Cartas

7


"... desperté en una especie de mazmorra.. o cueva.. me tenía encadenado con grilletes a una pared, de las muñecas y tobillos; el lugar estaba iluminado por antorchas, estabamos al parecer muy adentro de la caverna, ya que no podía escuchar nada del exterior, ni entraba la luz; solo escuchaba a lo lejos, como si cayesen gotas, quiza algun manantial o algo asi.

El hombre de ropas negras estaba ahí, y en cuanto se dio cuenta que desperté empezó a gritarme en una lengua que yo no conocía; derrepente se calló. Por una caverna entró una figura, tambien ataviada en mantos negros, era de estatura mas baja, se acercó a mí y se descubrió el rostro.. era un niño, como de unos 12 años, pálido con los ojos muy brillosos; me miraba fijamente, empezó a pasar su mano, por mi pecho, mis hombros, mis brazos, parecía como si me estuviese examinando; me sonrió.
- Eres perfecto! - escuché su voz de niño, pero no lo ví hablar - 'Athán Deó'.. significa 'Inmortal como un dios' ¿no es así? - seguía sin mover los labios, ¿acaso se comunicaba a través de la mente?.. seguía sonriendo.. - que irónico! - exclamó y se retiró de mí.

El niño caminaba alrededor de la caverna, conforme avanzaba y arrastraba su túnica y velos negros se iban encendiendo antorchas en las paredes; el otro hombre de lenguaje extraño solo lo seguía con la mirada desde el centro de la cámara..
- soy eso que llaman 'lamia'.. o tambien eso que llaman 'larvae' (larve).. pero a la vez no lo soy - su voz de niño penetraba mi cabeza, el no usaba las palabras reales, solo el pensamiento - han inventado mitos y leyendas de los que son como mi especie, algunas son exageraciones, o son la verdad distorsionada por el miedo que provocamos... - se detuvo frente a mí, su cabello castaño cubria parte de su frente, los bucles caían a los lados cubriendo las orejas, era delgado y se veía que podría haber sido un hombre alto y fuerte si es que pudiera envejecer -.. nunca envejeceré - continuó, había leido mis pensamientos - tenía yo esta edad cuando fuí convertido en inmortal, y ahora - avanzó hacia mí - jamas seré un hombre, niño, siempre niño!.. ahora mi alimento es solo la sangre, mi placer es solo la sangre, mi existencia es solo por la sangre - hizo una mueca, empezó a irritarse, se recargó en mi pecho y enterró sus afiladas uñas en mi ropa, la desgarró dejando mis pectorales al descubierto, arañados y empezaron a sangrar - aaah deliciosa! - me veía al parecer con lujuría, mi pecho me ardía, entonces el niño empezó a lamer, lamer la sangre que se escurría por entre los vellos de mi pecho, a chupar y entonces sentí su mordida, era feroz, sentía que bebía, bebía de mi!.. duró un poco chupando mi sangre, se retiró, se relamió los labios y su mirada lujuriosa no se despegaba de mis ojos, luego, lentamente miró de nuevo mi pecho y ví que se mordió la lengua que empezó a sangrar y volvió a lamerme, el ardor de mi pecho empezó a desaparecer, sentí como si se entumía y despues ya no sentí nada; la herida que pudo haber dejado desapareció.

- Esto será lento mi querido Athán - me dijo con su mente, sonriendo; pasó su mano sobre mi pecho y se retiró, el otro hombre alto y extraño se fue detrás de él y a su paso las antorchas se iban apagando.

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No se cuantas noches pasarían en que él volvía y se alimentaba de mí, yo me sentía muy débil, cansado de estar ahí colgado. No estoy seguro, pero a veces, creía escuchar sollozos a lo lejos, una mujer que lloraba y suplicaba, no se si el niño y el hombre tendrían a mas gente capturada; ya no tenía noción del tiempo, ni sabía que era real y que no..

Entonces, una de las veces en que volvió, el hombre que entró detrás de él traía a alguien arrastrando, era una mujer, en la penumbra pude ver su esbelta figura y su cabello largo y su manto arrastrado, la escuché llorar y pedir que la soltaran
- Mira lo que te traje - me dijo el niño, por supuesto, comunicandose con la mente - esta ramera nos siguió la noche que te capturamos y desde entonces la he tenido en otra habitación.. y tambien me he alimentado de ella... ¿la conoces? - y derrepente todas las antorchas se encendieron, la caverna estaba bastante iluminada

Se trataba de Eris, estaba desgreñada, su ropa estaba convertida en harapos, estaba sucia, me miró y se derramaron las lagrimas de sus ojos
- Athán! - gritó desde el suelo donde estaba tirada
- dejala ir maldito! - grité como pude
- Ah no! - respondió el niño y soltó una carcajada - tambien necesitaré una sirvienta - siguió sonriendo. 'una sirvienta..' pensé 'pobre Eris, lo que ella tanto odia, parece ser su castigo'..
- oh si.. un castigo muy merecido - esta vez el niño si habló y volteó a mirarla al suelo - por ambiciosa y por golfa - soltó derrepente, Eris lo miraba aterrada, no podía contener su llanto - devuelvela a su 'habitación'! - ordenó el niño al hombre y éste lo obedeció, sacó arrastrando a Eris y ella gritaba y pataleaba pero todo era inutil, yo me alteré intentaba gritar, rogaba que la soltaran, pero no me salía la voz, ya no tenía fuerzas.

El niño me miró fijamente, se veía muy serio
- no soy un niño.. - dijo en voz baja - ... tengo casi quinientos años de existencia.. la verdad ya perdí la cuenta.. - se acercó a mí, paso su mano por mi pecho desnudo, me miró y su sonrisa y mirada lujuriosas aparecieron.. - esta vez, será diferente..

Y clavó sus colmillos en mi pecho, yo veía como los ojos se le tornaban por el mismo placer que estaba sintiendo; el dolor era insoportable, podía sentir como mi sangre era drenada por ese par de colmillos, por ese niño malcriado, ese larvae..
- ..que.. ¿Que quieres de mí? - gemí como pude, y sin despegarse de mí pecho, con sus dos manos acariciando mi costado, mi espalda, me respondió con su mente
- te quiero a mi lado.. para toda la eternidad!

Él había bebido ya demasiado, yo sentía que ya iba a morir; entonces, se despegó de mi pecho, su imagen se hacía borrosa, yo ya no tenía mas fuerzas; ví como se mordió la muñeca y empezó a derramar su sangre, acercó su muñeca a mis labios y dijo - bébe! bébe de mi nectar mi querido Athán! - y eso hice, probé de su sangre, era deliciosa, me prendí de su muñeca flaquita y de piel pálida y succioné, succioné como un muerto de hambre se atraganta con el pan y el agua; era lo más rico que había probado en mi vida, ví en su rostro un gesto de dolor y placer, no me importó, seguí chupando y chupando; y entonces, empecé a ver imagenes, imagenes de otros lugares, desiertos, selvas, ciudades desconocidas de edificios extraños, enormes construcciones con jardines por todos lados, monumentos en el desierto y edificios de forma triangular, vi al niño correr contento, a la luz del dia, saltando y riendo, vi como unos monstruos lo secuestraron en la oscuridad de la noche y lo torturaron y junto con otros niños le hicieron lo que él me había hecho a mi, lo que me estaba haciendo en ese momento; imagenes, tantas imagenes, me mareaban; y entonces como pudo, el niño logró arrancar su brazo de mis labios, y sentí que caí al suelo, no se en que momento se abrieron los grilletes.

Que dolor!.. un dolor tan intenso dentro de mí, sentía que todo se me quemaba por dentro, sentía torzones en las tripas, a veces como si estuviese recibiendo golpes, a veces como si esos golpes fuesen agujas, y el fuego, me calcinaba por dentro; yo estaba en el suelo, retorciendome del dolor, y empece a vomitar, y a expulsar todo lo que mi cuerpo no necesitaba, me estaba desintoxicando y el dolor no paraba.
- Estas muriendo - dijo el niño, yo solo veía sus sandalias, estaba de pie junto a mí - muriendo para renacer... a la vida eterna!"


*capitulo II, parte 8*

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