Imposible... parte 4

.. se despertó y se encontraba sola, desnuda en la cama del loco que se creía emperador romano, él no estaba. Se sentó sobre la cama, solo podía pensar en aquel hombre con quien vió el atardecer en el parque, sus ojos azules; derrepente salió del trance, una sirvienta la llamaba, le dijo que le dejaría su ropa sobre una silla y que cuando estuviera lista, la llevarían a su casa.

Llegó a su casa, se dio un baño, se puso su bata y se aventó a su cama..
Lloró por horas, hasta que se quedó dormida.

despertó en la tarde, ya estaba oscuro afuera, y las luces estaban apagadas,
se quedó acostada un momento, solo abrió los ojos,
sintió escalofrios, y percibía como si alguien estuviese ahí en su habitación.

Escuchó como que algo, o alguien, se movió dentro de su cuarto,
y rapidamente se levantó y prendió la lámpara;
no había nadie. el ruido de la ciudad volvió.

Una hora mas tarde, se encontraba llegando al hotel,
una de sus compañeras de trabajo le dijo, un poco exaltada que la patrona la estaba esperando; de inmediato fue hacia la recepción, y entró a la oficina.

"Está muerto!" exclamó la patrona, quien esta vez usaba un vestido de lentejuelas plateadas y una peluca alta de cabello blanco, maquillada exageradamente como siempre, con sus labios rojos.
"¿Quien está muerto?" preguntó Elena
" el hombre, el millonario con el que te acostaste anoche! fue una muerte horrible!! amaneció en el techo de su casa, lo encontraron muerto, con cara de espanto, sufrió un paro cardiaco!"
"mira! está en los periódicos" dijo otra mujer, mostrandole un periódico

"IMPORTANTE MAGNATE ENCONTRADO MUERTO ESTA MAÑANA" decía el encabezado

Elena salió de ahí pálida, caminaba pensativa, como si estuviese en otro lugar;
subió las escaleras, tenia que arreglarse para el primer cliente de esa noche;
dos pisos de ese hotel sucio y viejo, el barandal de madera estaba flojo.

Abrió la habitación de su cuarto, y ahí estaba, él,
sentado en una silla junto a la ventana;
con la escasa luz, solo se podían ver sus ojos azules, que brillaban...



... Elena tuvo una sensación extraña, su piel se erizó,
él se puso de pie, y avanzó hacia ella.
"¿Qué hace aqui?" preguntó ella