Imposible... parte 5

.. él no dijo nada, solo se acercó a ella y la besó en los labios..
"son 500 pesos la hora" dijo ella
él siguió sin decir nada, empezó a desnudarla y a besarle el cuello..
Elena sentía que su piel se quemaba al contacto con la de él
pero deseaba sus caricias..

Le quitó la blusa y siguió besando su cuello, sus senos, su abdomen;
ella sentía un calor muy fuerte en su cuerpo,
sentía que ardía; empezó a sudar frio..

él empezó a desabrocharle el pantalón, mientras la sujetaba por la cintura,
ella estaba paralizada, quería moverse, pero no podía, sus manos fuertes acariciaban su torso, la quemaban;

entonces pudo hablar, Elena dijo:
"la otra noche" mientras el seguia besandola, lamiendola, quemandola "en el centro... por poco y alguien me asaltaba... " entonces el la tomo en sus brazos y la llevó a la cama vieja, ella le desabrochó la camisa.. "ví al ladrón salir huyendo del callejón.. tuve la misma sensación que cuando te ví ... en el parque..." lo beso en los labios, se miraron, pero él no decía nada..

"¿Quien eres?" preguntó ella "¿Qué eres?"
Él se puso de pie y solo dijo "tengo que irme"
y se fue tan rapido, que ella no notó cuando abrió y cerró la puerta de la habitación.

El cuarto estaba oscuro, solo se escuchaban los ruidos de la ciudad
y Elena solo tenía en su mente, una palabra, un nombre, sin saber por que..
"Azazel"

Se recostó y al parecer, durmió un poco,
tuvo sueños en los que corría por pastisales, y sentía esa misma presencia que había sentido todas esas veces, ahora estaba casi segura que se trataba de ese hombre de piel bronceada y ojos azules... "Azazel! Azazel!" gritaba ella en su sueño, corriendo, brincando, feliz..

Despertó asustada, había pasado casi una hora, y se acercó a la ventana por que escuchó patrullas, ambulancias y a los bomberos, un edificio cercano se estaba incendiando, bomberos y rescatistas corrían, unos tratando de sacar gente, otros con las mangueras tratando de apagar el fuego..

Nuevamente, Elena sintió ese escalofrio y ahí lo vió..
el hombre bronceado de ojos azules, saliendo por una puerta trasera del edificio en llamas; caminaba tranquilo, a pesar de que el fuego casi lo alcanzaba, si no es que ya lo había alcanzado, Elena no creeyó ver bien.

El hombre se detuvo en la banqueta y volteó hacia la ventana de Elena,
tenía una cara triste, la miró por un momento, agacho la cabeza.. y desapareció entre la gente; Elena no pudo ver a donde fue..