viernes, julio 13, 2007

Las Noches de Deón 6.2

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Lecciones


Claudio se acercó a la victima, se paró frente a él y ordenó a los dos jovenes que lo sujetaban de las muñecas:
- Arrodillenlo!
y eso hicieron, Claudio lo tomó por la barbilla y le levantó la cabeza..
- Tienes unos ojos muy bellos - le dijo Claudio al cautivo, éste lo escupio
- maldito batalos*! - exclamó el soldado arrodillado, Claudio le dio una cachetada tan fuerte que le hizo una herida en la mejilla y empezó a sangrar. Varios de los jovenes se acercaron viendo como manaba la sangre, se abrio su apetito y estaban a punto de lanzarse contra el pobre hombre arrodillado
- detenganse! - exclamó Claudio - recuerden como lo hacemos! - entonces, se pincho la lengua con los colmillos y lamió la herida en el rostro del hombre para que ésta desapareciera, despues lo beso, su mejilla, sus labios, el hombre veía a Claudio como embelezado; Deón estaba de pie, viendo todo lo que sucedía.

Claudio se arrodillo frente al hombre, lo miraba con ternura, el sujeto no podía dejar de ver a Claudio, parecía hipnotizado, tenía la boca un poco abierta, los ojos muy abiertos y las pupilas dilatadas. Una joven puso una especie de cubeta de madera junto a Claudio, llena de agua y le dió un trapo, Claudio lo tomó, lo empapo con agua y empezó a limpiar el rostro del hombre.
- ¿Es refrescante, no es asi? - le dijo Claudio
- ssi.. - contestó el hombre balbuceando. Con la ayuda de la joven que llevo la cubeta y otra de cuerpo ligeramente bronceado (neófita, al parecer), empezaron a desvestirlo, y pasar trapos de agua fresca por su cuerpo. Lo ayudaron a ponerse de pie y los tres siguieron lavandolo, podía verse que el hombre sentía un gran placer debido a sus gestos, cerraba los ojos, echaba la cabeza hacia atras mientras una de las muchachas le lamia el cuello, la otra le besaba la espalda y Claudio se arrepegaba a su pecho y pasaba el trapo casi seco por su abdomen.

Deón empezó a caminar alrededor de los 4, lento, observando y tratando de comprender que es lo que estaba sucediendo. Entonces, Claudio se mordió el dedo indice y lo puso en los labios del hombre, acaricio el labio inferior dejando rastro de su sangre en él, despues el hombre lamió el dedo, sus ojos se abrieron aun más y jaló el brazo de Claudio para poder introducir mas el dedo a su boca y poder chuparlo.
- ¿Qué estas haciendo? - preguntó Deón sorprendido
- Ambrosía! - exclamó Claudio - el néctar de los dioses! - dijo con una sonrisa viendo a Deón.. - suficiente - dijo con ternura Claudio al hombre y sacó el dedo de su boca, las mujeres vampiro se apartaron y Claudio tomó al hombre de la mano y se dirigieron a otra parte de las ruinas del templo, que estaba solo; antes de entrar, volteó hacia donde estaban los jovenes
- Que siga la fiesta! - haciendo un ademán, y luego miró a Deón, quien seguía confundido - ven Deón... quiero enseñarte algo..- Deón siguió a Claudio y el hombre "hipnotizado".

* batalos = afeminado

4| | |Capitulo VI, parte 3| | |3

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