viernes, julio 20, 2007

Las Noches de Deón 7.3

3
La Viuda

"Attis, un hombre de rizos castaños como la miel y unos ojos del mismo color; mi contemporaneo; no lo había visto desde hace casi mil años, que se había ido siguiendo a Eris.. Eris la perra, no solo me había arruinado la existencia a mi, si no que al pobre de Attis lo había vuelto loco de amor, lo había tenido como embrujado y era a ella a la única persona en el mundo a quien Attis quería. Extrañamente, a mi tambien había logrado estimarme, y mas cuando le di el don oscuro, le di la eternidad para que estuviera por siempre junto a su amada Eris. Nunca supo que el hacerlo inmortal había sido producto de mi odio hacia esa mujerzuela, que en realidad, él era solo un instrumento de mi venganza; no sabía si Eris se lo había dicho. No sabía que hacía él ahí junto a mi en ese momento, tampoco sabía si Eris seguía con él..

- Estoy muy cansado Athán - estabamos sentados en los tejados de un edificio alto, la vista de la ciudad desde ahí era hermosa.
- ¿Cansado de que, Attis?
- De seguir a Eris por todo el mundo.. de nuevo la volví a perder.. no se donde está
- Trata de leer sus pensamientos, Attis...- no podía creer lo que estaba diciendo, estaba alimentando sus esperanzas para que mi venganza continuase - a nuestra edad nuestras habilidades se han incrementado considerablemente. Mira, ahora podemos desafiar a los dioses y volar como ellos.. podemos manipular el fuego a nuestro antojo.. yo aun sigo sorprendido!
- Muy cansado - dijo Attis, si, su rostro mostraba fatiga, a pesar de que no había envejecido ni una arruga, su cutis era liso y blanco, sus pestañas tupidas enmarcaban perfectamente sus grandes ojos color miel; ojos que no expresaban otra cosa mas que tristeza.

Esa noche platicamos, principalmente de lo que yo había hecho despues de que él se fue detrás de Eris. Hablamos hasta el amanecer y traté de no mencionar o preguntar por la perra.

La noche siguiente nos ocultamos en un callejon cerca del burdel. Salió un hombre encorbado y barrigon, e inmediatamente se acercaron otros dos hombres, parecían sus guaruras. Attis se encargó del viejo, yo de los dos jovenes, los arrastramos al callejon y mientras yo sostenía a uno de la toga con un brazo, al otro lo retenía con el antebrazo sobre su pecho, teniendolo acorralado contra la pared.
- Dejame ir!! - gritaba el hombre a quien yo tenía en el aire, al otro lo miraba a los ojos mientras lo retenía contra la pared.
- Ah.. un jardín.. - suspiró el hombre que no despegaba la vista de mis ojos; entonces, le clavó los colmillos y empece a succionar mientras el otro me miraba horrorizado. Termine y deje al hombre caer al suelo, mientras que al que tenía sujetado con la otra mano lo bajé y me acerque a su cuello.
- No me mates! - rogó en latín, pero lo ignoré y empecé a beber su sangre, esta vez clavé mis colmillos en su pecho que desnude, directo en el corazón.

Sentía que esta vez lo estaba disfrutando mas, como si fuese la primera vez que bebía sangre. Gracias a Claudio había aprendido que había otras experiencias que podían provocarme placer, hacerme feliz, como hacer el amor, el caminar descalzo en la arena, el gozar del calor del fuego de una chimenea, el abrazo de un amigo, el viento... principalmente yo disfrutaba del viento que acariciaba mi rosto cuando volaba.. Ah! y volar! que experiencia tan mágica. Pero definitivamente no había mayor placer que el provocado por la sangre... la sangre sucia y corrupta de un ser malvado, mentiroso, insensible.. despiadado. Como siempre, vi los recuerdos de mi victima y supe que no me equivoque al haberlo elegido.

Attis soltó un suspiro tras haber terminado con el anciano, un suspiro lleno de extasis como despues de haber vivido un orgasmo.
- Debo confesar algo.. - dijo Attis, mientras nos arreglabamos para deshacernos de los cuerpos en el mar - Tenía mucho tiempo sin beber sangre.. sin saborearla de esta manera...
- ¿Que dices?!
- Fue muy poco el tiempo que convivimos cuando me convertiste en inmortal Deón... siempre he sentido aberración por esto.. beber sangre.. para mi.. es lo mas sucio que existe, es malo, grotesco.. pero lo he hecho.. para sobrevivir... para poder estar cerca de Eris....
- Entiendo.. me paso lo mismo en un principio...
- si.. pero tu despues te adaptaste.. encuentras placer en esto.. yo.. no siempre.. la mayoria de las veces.. siento culpa...
- no deberias.. es nuestra naturaleza, somos predadores..
- lo se... pero no puedo evitarlo...
Me quede pensativo un momento...
- ¿Te hable de Claudio, cierto?
- Si.. un poco..
- Vamos.. regresemos al Lupanar.. despues de mil años ya no te es tan necesario alimentarte de sangre.. te enseñare que hay otras formas de sentirte feliz.. no tienes por que pasar la eternidad frustrado y lleno de remordimientos - le dije, tome de la mano a Attis, a quien tomaba en ese tiempo ya no como mi antiguo rival, si no como un nuevo amigo.. y flotamos hasta el callejon donde habíamos capturado a nuestras víctimas. Entramos al burdel..

- Acasia.. este es Attis.. - le dije a la prostituta
- Es muy guapo - dijo ella mientras se acercaba a él, pasaba sus manos sobre la tela de su toga.. Attis se veía nervioso, como si quisiese salir corriendo, volteo a mirarme y me dijo...
- Pero.. no podemos.. ¿como esperas?.. ¿que quieres que haga? - me dijo asustado con los ojos muy abiertos
- Hazle el amor.. ¿que mas? - le respondí tranquilo
- Es muy inocente tu amigo, no? - dijo Acasia riendose, Attis se molestó, la tomó entre sus brazos y la besó violentamente - que brusco! - expresó la golfa - asi me gustan!

Me senté en una esquina.. mientras ellos se arrancaban las ropas, sus movimientos agresivos continuaban, ella le seguía el juego a Attis, yo noté que él trataba de medir sus fuerzas para no lastimarla. Ella era preciosa, sus senos grandes y redondos, maquillados de color rosa y perfumada.. su abdomen era muy delgado para lo acostumbrado en la epoca, y tenía unas caderas anchas y unos gluteos deliciosos. Era muy flexible, y se enredaba en el musculoso cuerpo de Attis como si fuese una serpiente. No dejaban de besarse, y entonces ella lo aventó a la paja (no había cama'). Él le sonrió y ella se sentó sobre él, le acaricio el pecho, pasó sus manos por el cuello.. vi una expresión de sorpresa en Attis..
- Si funciona! - volteó Acasia para decirme entre risas; entonces ella empezó a acariciar el duro y grueso pene de su cliente, lo colocó entre sus grandes senos mientras le besaba el ombligo, lo lamia y chupaba, y el pene rosaba el pecho de la mujer. Attis entornaba los ojos... pellizcaba las nalgas de Acasia; ella se acomodó y dejó que él la penetrara... se besaban.. el se dio la vuelta y quedó sobre ella.. la tomó de las manos y estiro sus brazos hacia arriba.. mas besos, mamaba sus pechos; se veían comicos los labios de Attis pintados de rosa debido al maquillaje en polvo que la mujerzuela usaba. Más rapido.. y ella gemía... mas rapido y ella pedía mas y mas... Attis volteó a verme ... estaba sorprendido, extasiado...
- Soy un toro! - grito
- Si! si! un semental!! - grito ella

Attis besaba y lamía el cuello de la mujer, aun la sujetaba de las muñecas y seguía dentro de ella, con movimientos mas rapudos y violentos cada vez, parecía como si la fuese a desgarrar. Las piernas de Acasia derrepente saltaban, como si fuese una reaccion inconciente, como si fueran de trapo y se movieran al ritmo de las arremetidas de Attis.. Entonces ella pegó un grito, supuse que ya se había venido.. y ella dejó de moverse... Attis se detuvo.. se paró.. el cuello de Acasia estaba manchado de sangre al igual que los labios de Attis. Me miró
- Lo siento Deón.. no pude evitarlo - se disculpó como un niño travieso."

Capitulo VII, parte 4

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